Red de conocimiento de recetas - Recetas de frutas - Como dice el refrán, los niños menores de 1 año no deben comer miel. ¿Por qué?

Como dice el refrán, los niños menores de 1 año no deben comer miel. ¿Por qué?

La miel es un alimento saludable muy tradicional. Es rica en oligoelementos, además de diversas vitaminas, minerales y aminoácidos. Los azúcares simples, la glucosa y la fructosa contenidos en la miel son fácilmente absorbidos por el cuerpo y tienen un buen efecto preventivo y terapéutico sobre el estreñimiento. Mucha gente dice que la miel es un producto muy bueno para la salud y es apta para todas las edades, sin embargo, para los bebés menores de un año es mejor no comer miel. En primer lugar, el sistema digestivo de tu bebé es muy frágil. Cuando los niños son pequeños, su sistema digestivo aún no está maduro y sólo pueden absorber los nutrientes de la leche materna y la fórmula. Incluso si el niño tiene un año, es mejor no dejar que beba miel. Esto no es bueno para la salud del niño y aumentará la carga sobre sus intestinos.

La toxina botulínica se encuentra en el suelo y el polvo de la naturaleza, y también está ampliamente distribuida y presente en las ramas. Cuando las abejas recolectan néctar, también traen toxina botulínica y miel a la colmena. La toxina botulínica tiene una vitalidad muy fuerte y puede soportar temperaturas tanto altas como bajas. La miel suele estar contaminada con esporas de Clostridium botulinum.

Los adultos que beben miel, debido a que el sistema digestivo y los intestinos están muy maduros, pueden prevenir el crecimiento de esporas botulínicas y digerir la toxina botulínica, lo que no causará ningún daño a la salud de las personas normales, pero sí al sistema digestivo del bebé. es muy frágil. Si un bebé come miel, la toxina botulínica puede multiplicarse en el tracto digestivo del bebé, provocando intoxicación o incluso la muerte.

Los bebés menores de un año deben utilizar la miel con precaución. Incluso si a su hijo se le permite comer miel, se deben agregar alimentos complementarios después del año para evitar daños innecesarios a los intestinos y al sistema digestivo del niño. La humanidad no tomó conciencia de esta situación hasta 1976. La intoxicación por miel es más evidente en bebés de medio año. Además de la miel, lo mejor es no darle miel a tu bebé.