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¿Qué inspiró mi ensayo de 600 palabras?

Estas son las últimas palabras de un pájaro:

Soy un pajarito. No quiero volar alto. Estoy tratando de encontrar una persona amable. Espero que pueda darme un espacio donde pueda morir tranquilamente y no tener arrepentimientos en mi vida.

Estoy tratando de descubrirlo.

Según mis padres, mi hogar solía ser un hermoso valle con hermosas montañas, ríos y mares de flores superpuestos. Los pájaros hemos vivido allí durante generaciones. Se entiende que este lugar está aislado del mundo y es un paraíso. Todos viven juntos felices.

Los buenos tiempos no duran mucho. Desde el siglo XX, los humanos han operado industrias a gran escala, la codicia ha aumentado y los árboles han sido talados a voluntad. En el nido de pájaros siempre podemos escuchar el sonido de Maomao, pero mi madre murió prematuramente porque era demasiado mayor y no pudo soportar el enorme impacto.

Al principio pensé que podría despertar la conciencia humana, pero al final no fue así. En cambio, esta crueldad se volvió más arrogante y pronto todo el bosque fue destruido. No tenía dónde vivir y no tenía más remedio que deambular.

En el camino, olí el aire contaminado por los gases de escape y tenía dificultad para respirar, así que soporté el fuerte dolor y me fui volando rápidamente. Vemos edificios que se levantan del suelo y surgen un gran número de fábricas que ocupan las casas de los animales. No pude evitar sentir sed. Después de tomar un sorbo de agua del río, me dolía el estómago y no pude comer durante varios días.

Parece que no me queda más remedio que morir.

Pero no quiero morir. He perdido el amor de mi madre y ya no quiero arruinar mi vida. Mi cuerpo débil y lisiado no podría aguantar mucho más. Creo que todavía hay gente buena en este mundo. He oído que algunas personas consideran la vida animal como un tesoro. Él nos construye un lugar cómodo para descansar y nos da amor verdadero. En mi opinión, esta felicidad no me llegará, porque ya no puedo esconderme en un rincón y nadie me encontrará.

Soy un pájaro moribundo, y nadie puede consolar mi dolor. Sólo quiero que un buen hombre me dé un espacio para morir tranquila y decentemente. Sin embargo, nadie me lo dio y no sabía cuánto tiempo tendría que dudar.

-Un pájaro en el siglo XXI

La trágica situación de las aves toca mi corazón. El culpable somos en realidad nosotros, los humanos. Ahora, perjudica vidas más pequeñas. Quizás si esto continúa, seremos nosotros mismos los que saldremos perjudicados en el futuro. ¡Despierten, humanos! No duermas más, crea un mundo hermoso con tu corazón, mira este hogar estable con tus ojos y registra la belleza de ese momento.