¿Pueden los pacientes con hepatitis B comer cordero?
Los pacientes con hepatitis B pueden comer cordero. El cordero es un alimento bajo en grasas y rico en proteínas y no tiene contraindicaciones relevantes para la hepatitis B. Además del cordero, los pacientes con hepatitis B pueden comer carne de res, pollo, pescado y otros alimentos ricos en proteínas. Los pacientes con hepatitis B crónica deben prestar atención al descanso, llevar una dieta ligera y comer más verduras y frutas frescas. Por supuesto, es necesario reducir la ingesta de grasas. En cuanto a los alimentos cárnicos, son aceptables algunos alimentos bajos en grasas y ricos en proteínas. Si la función hepática del paciente está gravemente dañada y se acompaña de síntomas gastrointestinales evidentes, se puede reducir adecuadamente el consumo de dichos alimentos. Si la función hepática es normal, no existen contraindicaciones especiales y la dieta es la misma que la de las personas normales.