Seis alimentos para proteger tu hígado
1. Crisantemo
Hablando de crisantemos, creo que todo el mundo los conoce. Comparado con otras verduras, el olor del crisantemo es un poco especial e inaceptable, pero desde el punto de vista nutricional, el crisantemo es insustituible porque es rico en vitaminas, fibra dietética, magnesio, potasio y otros minerales. Especialmente en el caso de la cirrosis hepática, el consumo moderado puede promover la motilidad gastrointestinal y reducir la carga de secreción de bilis en el hígado.
Zanahorias
Las zanahorias no sólo pueden proteger la vista, sino que también ayudan a mejorar las enfermedades hepáticas, ya que las zanahorias son ricas en vitamina D, vitamina C, fósforo, potasio, biotina y otros nutrientes necesarios para el organismo. el cuerpo humano.nutrientes esenciales. Comer más puede, por un lado, mejorar la resistencia del cuerpo a las enfermedades y acelerar la desintoxicación del hígado.
3. Uvas
Las uvas son agridulces, lo cual es reconocido por los consumidores. Las uvas también contienen una sustancia llamada resveratrol, que puede reducir la inflamación y prevenir la invasión de factores inflamatorios. Especialmente cuando hay un problema con el hígado, las células del hígado resultan gravemente dañadas. Si comes uvas con moderación, también puedes proteger tu hígado.
4. Productos de soja
Los pacientes con cirrosis hepática también debemos consumir algunos productos de soja en nuestra vida diaria, porque los productos de soja no solo contienen la grasa que necesita el cuerpo humano. Proteínas, también contiene gran cantidad de vitamina B y nutrientes como calcio, hierro y fósforo. Una alimentación constante puede promover la reparación y regeneración de las células del hígado, mejorar gradualmente la función hepática y prevenir el cáncer de hígado.
5. Espinacas
Cuando se padece cirrosis hepática, los pacientes deben comer más verduras frescas, como las espinacas, porque las espinacas son ricas en clorofila, que puede mantener y regular el equilibrio ácido-base. Función hepatobiliar. Además, la ingesta de verduras frescas es suficiente para acelerar el metabolismo y favorecer la desintoxicación del hígado.
6. Tomate
El tomate, también conocido como tomate, es una de las verduras más comunes en la vida. ¿Por qué las personas con cirrosis hepática comen más tomates? Son principalmente ricos en vitamina A y licopeno; estos dos nutrientes pueden acelerar el metabolismo de las toxinas, reduciendo así la carga sobre el hígado y restaurando su función.
En definitiva, desde el punto de vista médico, la cirrosis hepática es efectivamente una enfermedad grave, pero esto no significa que no tenga cura. Especialmente en colaboración con un médico, dominar los principios dietéticos correctos puede acelerar la mejora de la enfermedad hepática. Por lo tanto, se debe recordar a los pacientes que sigan comiendo diariamente espinacas, productos de soja, crisantemos, zanahorias, tomates y otros alimentos.