¿Qué es la insulina?
La insulina puede promover la captación y utilización de glucosa por los tejidos de todo el cuerpo e inhibir la descomposición y displasia del glucógeno. Por tanto, la insulina tiene la función de reducir el azúcar en sangre. Cuando se secreta demasiada insulina, el azúcar en sangre cae rápidamente y el tejido cerebral es el más afectado, lo que puede provocar convulsiones, coma e incluso shock insulínico. Por el contrario, la secreción insuficiente de insulina o la falta de receptores de insulina a menudo conducen a un aumento del azúcar en sangre, si se excede el umbral de glucosa renal, el azúcar se excretará en la orina, provocando al mismo tiempo glucosuria, debido a cambios en la composición de la sangre ( que contiene exceso de glucosa), también puede provocar hipertensión, enfermedad coronaria y enfermedad vascular de la retina.