¿Por qué las galletas hechas en el horno casero siempre quedan blandas y no crujientes?
Tomemos como ejemplo las galletas margarita más sencillas. Cuando hagamos este postre necesitamos preparar 100g de harina baja en gluten, 100g de maicena, 100g de mantequilla, dos yemas de huevo cocidas, un poco de sal y azúcar glass. Ablanda la mantequilla a temperatura ambiente y añade el azúcar glass y la sal de mesa. La cantidad de azúcar se puede ajustar adecuadamente según sus propias preferencias, normalmente entre 50 y 60 g. Use una batidora eléctrica para batir la mantequilla hasta que esté pálida y ligeramente hinchada.
Cernir las yemas de huevo, verterlas en la mantequilla, remover uniformemente, tamizar la maicena y la harina baja en gluten y amasar todos los ingredientes hasta obtener una masa suave. En este momento, la masa está ligeramente seca y no es necesario añadir agua en absoluto. Después de envolver la masa en film transparente la metemos en el frigorífico durante una hora. Esto hará que las galletas luzcan mejor y tengan mayor probabilidad de éxito. Divide la masa en bolitas del mismo tamaño, colócalas directamente sobre la bandeja para hornear y haz un pequeño agujero en el centro con las manos.
En este momento aparecerán grietas naturales alrededor de las galletas. El horno se precalentará a 170 grados y se colocará en la rejilla del medio durante unos 15 a 20 minutos. Cuando veamos un ligero color amarillento alrededor de las galletas significa que ya están horneadas. Debido a las diferentes condiciones del horno, el tiempo se puede ampliar o reducir según corresponda. Las galletas recién horneadas son suaves y quedarán crujientes y deliciosas después de enfriarse. Se pueden guardar en un frasco hermético durante 2 a 3 días.