Frutas y verduras que no se deben conservar en el frigorífico
El plátano, el lichi, el mango y otras frutas tropicales no deben colocarse en el frigorífico ya que su temperatura de almacenamiento es superior a 8 ℃. La superficie de los plátanos se volverá negra y se deteriorará inmediatamente después de haber sido dañada por la baja temperatura. ¡No los vuelva a colocar en el refrigerador!
Enfoque correcto: simplemente envuelva la raíz del plátano con una envoltura de plástico para reducir el impacto del gas etileno en ella. Tenga cuidado de no dañar la piel y guárdela lejos de manzanas, kiwis y otras frutas.
2. Fresas
Si las fresas frescas se guardan en el frigorífico, no solo provocará que la pulpa burbujee, afectando el sabor, sino que también acelerará el moho.
Enfoque correcto: no lo mojes y guárdalo en un lugar fresco y ventilado en el interior. Si no tienes tiempo para comerlo, puedes convertirlo en fresas secas o mermelada de fresa.
3. Tomates
Después de congelar los tomates, la carne se vuelve blanda, pierde sabor e incluso puede desmoronarse y pudrirse.
Enfoque correcto: Guarde los tomates boca abajo, o lávelos, séquelos y colóquelos en bolsas de comida para refrigerarlos.
4. Pepinos y pimientos verdes
La temperatura del frigorífico suele ser demasiado baja. Si los pepinos y los pimientos verdes se guardan en él durante mucho tiempo, se pondrán negros fácilmente. suavizar y cambiar su sabor. Los pepinos, en particular, pueden volverse peludos y pegajosos.
Método correcto: Si necesitas almacenar una gran cantidad de pepinos o pimientos verdes durante mucho tiempo, lo mejor es guardarlos en un lugar interior seco, limpio, fresco y no demasiado ventilado.
5. Pan
El pan, los pasteles de luna y otros alimentos blandos y elásticos no deben guardarse en el frigorífico, ya que de lo contrario acelerarán su endurecimiento y afectarán a su sabor y conservación.
Enfoque correcto: Envolver el pan en una bolsa de plástico y conservarlo a temperatura ambiente. Prestar atención a la vida útil del producto terminado.
6. Miel
La miel es naturalmente capaz de conservar la frescura. Si se coloca en el frigorífico, las bajas temperaturas acelerarán la cristalización del azúcar, haciendo que la miel se vuelva pastosa y difícil de verter y utilizar.
El método correcto es: sellar la miel y colocarla en un lugar fresco, seco y ventilado.