Café del mundo: Café en los cómics Katz de George Herriman
Se desconoce si el joven George Herriman acompañó a sus padres al histórico puesto de café Café de la Monde, que abrió en el mercado francés de Nueva Orleans en 1862, 18 años antes de que naciera Herriman. Sin embargo, lo que es seguro es que el característico café con leche del restaurante se convertirá en una de las metáforas favoritas de Herriman para describir las complejidades de la identidad racial y social.
Al crecer en una familia mestiza en la Nueva Orleans de la década de 1880, el joven Herriman experimentaría las consecuencias muy reales de tener una identidad que cambió legal y culturalmente a lo largo de los años. Ya fueran llamados "criollos", "hombres libres de color", "mulatos" o "negros", los Herrimans entendían que cada nuevo nombre significaba la desaparición de derechos conquistados con tanto esfuerzo. Por eso, quizás no sea sorprendente que, como caricaturista, Herriman explorara la naturaleza cambiante de la realidad, creando fondos desérticos que se movían de un panel a otro y creando un protagonista que a menudo cambiaba de color y género.
Herriman utiliza muchas metáforas visuales inteligentes para transmitir estas ideas. La cola curva de Katie puede representar cabello, lo que a menudo se considera un signo de la raza de una persona. Se puede visitar un salón de belleza para aclarar el tono de la piel, lo que demuestra cómo los matices de color pueden significar mayor o menor valor. Pero es en una serie de ensayos sobre el café donde Herriman encuentra una de sus formas más ingeniosas de discutir el significado y la identidad. En una caricatura de "Klezkat" de 1919, Klezka pregunta por qué se llama café cuando el café tiene leche. "Cuando meto el pie en el zapato, ¿no se queda quieto?", preguntó Krezy. En un artículo de 1931, Ignatz Mouse atiende a un cliente y le pide a Krazy, que trabaja en la cocina, una taza de café solo, lo que puede leerse como un comentario sutil sobre el paso de la raza. Klez lo metió por la ventana. Ignatz frunció el ceño y dijo: "¡Oye, no es café negro!", respondió Klezy. "Mira la leche". ”