¿Por qué tengo ganas de vomitar después de beber demasiado?
El alcohol puede afectar directa o indirectamente a todos los órganos del cuerpo. Se puede decir que ningún órgano o sistema del cuerpo es inmune al daño del alcohol. El tracto gastrointestinal, donde se absorbe el alcohol, sufre la peor parte de los efectos. La estimulación directa de la mucosa gástrica por parte del alcohol puede provocar mucositis y hemorragias graves. La estimulación prolongada provoca gastritis crónica, lo que provoca malabsorción y neuritis de vitaminas y otras sustancias. El alcohol también puede inhibir la contracción de los músculos intestinales, provocando que los músculos pierdan contractilidad, prolongando el tiempo de residencia del alcohol en el estómago, aumentando la estimulación del alcohol; el estómago, provocando síntomas como eructos, pérdida de apetito, diarrea o estreñimiento, náuseas y vómitos.