¿Cómo gustarle a la suegra si no le gusta su yerno?
Como dice el refrán: Cuanto más mira la suegra a su yerno, más feliz se vuelve. Después del matrimonio, siempre y cuando no tenga malos hábitos, ni violencia doméstica, buenos modales y piedad filial. Felicitaciones, eres un yerno calificado y tu suegra no tiene motivos para no agradarle.
Pero si eres uno más entre muchos yernos, si quieres ser favorecido y querido por tu suegra, además de las cualidades básicas anteriores, también debes dominar el siguientes cuatro tesoros: El primer tesoro es el derecho. Mi hija es maravillosa en todos los sentidos.
Se dice que la suegra ama a su yerno, pero la esencia es que la suegra espera intercambiar la bondad de su yerno por la bondad de su hija. . Poder ver a su hija vivir una vida feliz en la familia de su marido es la mayor alegría de la suegra.
La segunda arma mágica es hacerse rico trabajando duro.
Un yerno al que le va bien en su carrera no solo se honrará a sí mismo, sino que también hará que su suegra se vea bien, no necesariamente significa que usted lo sea. rica, debe tener la sensación de enderezar su espalda. Entonces el yerno debe ser fuerte. La tercera arma mágica es la diligencia.
No puedes tener poder ni dinero, pero debes ser diligente. Los que saben cultivar se apresuran a recoger semillas durante la temporada agrícola, los que saben cocinar se arremangan y van a ayudar en la cocina; y las tuberías están lisas; aquellos que no puedan limpiarlas las tirarán a la basura. Él dijo: "Si una mujer tan diligente se casa con su suegra, será muy feliz.
No importa lo perezoso que seas, debes ser diligente delante de tu suegra. Cuando veas a tu suegra cocinando, debes subir y ayudarla. Por supuesto que lo harás mejor, solo deja que tu suegra mire la televisión y coma semillas de melón mientras lo haces. tu cuñado no te deja hacer nada, no puedes estar ocioso, barrer el piso, arreglar las tuberías de agua, etc. La cuarta arma mágica es ser dulce.
Antes de hablar, sé Asegúrese de llamar a su mamá y elogiarla más por ser joven y prometedora. Segundo, elogiarla por su energía. Cuarto, elogiarla por mantener la casa en orden. Esté bien organizado
En resumen, ¡los elogios deben ser condicionales, en lugar de crear condiciones para los elogios!