La forma más rápida y sencilla de blanquear tu piel sin utilizar productos para el cuidado de la piel.
1. Blanqueamiento de leche: Prepara una taza pequeña de leche fresca (en verano también puedes meter la leche fresca en el frigorífico y aplicarla fría, que será más cómodo). Vaporiza tu rostro, llena un algodón con leche fresca, aplícalo en tu rostro durante unos quince minutos, quítalo y lava la leche de tu rostro con agua. La persistencia a largo plazo puede hacer que el tono de la piel sea claro y uniforme.
2. Preparar una hoja de aloe vera manchada de tres dedos de ancho y dos de largo, quitarle las espinas y lavarla hasta dejarla limpia, luego un pepino de tres centímetros de largo, clara de huevo, 2-3 gramos de polvo de perlas y una cantidad adecuada de harina (Se utiliza para espesar). Pon el aloe vera y el pepino en un exprimidor para exprimir el jugo y viértelo en un tazón pequeño. Luego agrega la clara de huevo, el polvo de perlas y la cantidad adecuada de harina para hacer una pasta, asegurándote de que no se derrame. Lávese la cara, aplique la pasta preparada en la cara, lávela después del secado y aplique tónico y productos para el cuidado de la piel, 1 o 2 veces por semana.
3. Blanqueamiento con miel de tomate: Esta fórmula blanqueadora puede blanquear el rostro y las manos al mismo tiempo. Especialmente para la piel propensa al acné, puede eliminar eficazmente la grasa, prevenir infecciones y hacer que la piel sea clara y delicada.