Lávate la cara con vinagre blanco y sal. Blanquea rápidamente tu piel con vinagre blanco y sal. Deberías tomar la dosis correcta.
Primero moja tu rostro con agua tibia, luego agrega una cantidad adecuada de vinagre blanco y sal a un recipiente limpio y revuelve uniformemente. Luego vierta la cantidad adecuada de agua y continúe revolviendo hasta que quede uniforme. Luego puedes aplicar directamente el vinagre blanco y el agua salada de manera uniforme en tu rostro. Espera unos diez minutos y luego enjuágate la cara con agua.
2. A la hora de lavarte la cara con vinagre blanco y sal, debes utilizar la cantidad correcta.
Cuando sueles lavarte la cara con vinagre blanco y sal, asegúrate de controlar la cantidad de vinagre blanco y sal. Generalmente, puedes añadir media cucharada de sal y dos cucharadas de vinagre a un recipiente con agua. Si agrega demasiado vinagre blanco o sal a la vez, fácilmente puede tener un gran impacto en la piel. El estrato córneo se dañará y la piel se volverá más sensible y frágil.
3. Lávate la cara con vinagre blanco y sal en el momento adecuado.
Lava tu cara con vinagre blanco y sal lo máximo posible por la noche o antes de acostarte. Debido a que el vinagre blanco es fotosensible, reacciona fácilmente con la luz solar y produce manchas oscuras en la piel, lo que no favorece la belleza de la piel.