La carne de perro no se puede mezclar con ningún alimento.
La carne de perro y los frijoles mungos no se pueden comer juntos: comerlos juntos te reventará el estómago, lo que se puede curar comiendo tres onzas de espinacas de agua.
La carne de perro y los riñones de perro no se pueden comer juntos: comerlos juntos puede provocar disentería, que se puede tratar con estiércol de pollo.
La carne de perro es muy parecida a las nueces: ambas se comen calientes. Comer juntos da sed a la gente.
La carne de perro y la tortuga de caparazón blando son muy similares: la carne de perro y la tortuga de caparazón blando son alimentos calientes que enojan a la gente.
La carne de perro y el hígado de cerdo son muy similares: la carne de perro y el hígado de cerdo son alimentos calientes y comerlos juntos puede provocar fácilmente calor interno.
La carne de perro es muy similar a los frijoles mungos: comer el mismo alimento hará que tu estómago reviente, pero comer tres onzas de espinacas puede curarlo.
Las almendras son parecidas a la carne de perro: al tomar almendras, no es recomendable comer carne de perro. Comerlos juntos producirá sustancias nocivas.
La carne de perro contiene proteínas, grasas, purinas, carnosina, creatina, potasio, sodio, cloro, calcio, hierro, fósforo, vitamina B1, vitamina B2, vitamina PP y otras sustancias biológicamente activas como hormonas y enzimas. .
La carne de perro es un alimento nutritivo muy utilizado en invierno, es rico en nutrientes y tiene el efecto de protegerse del frío. Las investigaciones modernas muestran que la carne de perro no solo contiene proteínas, grasas, cenizas y vitaminas, sino que también contiene purina, carnosina, creatina, potasio, sodio y cloro, y sus funciones nutricionales son similares a las de la carne de res. Además, la carne de perro puede aumentar las calorías, lo que resulta muy útil para restaurar la salud humana.