¿Qué meriendas en la vida se les debe dar con cuidado a los niños menores de 3 años?
En primer lugar, los dulces
Cuando el bebé llora, los padres suelen utilizar dulces para hacer feliz al niño, con el fin de distraer su atención y hacer que deje de llorar. Si su bebé nunca antes ha estado expuesto a los dulces, sentirá curiosidad por ellos y poco a poco se enamorará de la dulzura de los dulces. Si un niño consume demasiada azúcar, afectará el metabolismo del cuerpo, sobrecargará fácilmente el hígado y los riñones y provocará fácilmente caries. En casos graves, se puede tocar el nervio del diente, provocando que el niño sienta un dolor insoportable. Cuando los padres notan este problema, advertirán a sus hijos que no coman demasiados dulces, pero muchos niños comerán un trozo en secreto cuando sus padres no les prestan atención para satisfacer su codicia.
En segundo lugar, el chocolate
El chocolate contiene mucha azúcar, grasa, cafeína, etc. Dañará el desarrollo del cerebro del bebé y provocará retraso mental, por lo que los bebés menores de tres años no pueden comerlo. El consumo codicioso de chocolate por parte de los bebés no solo reducirá el apetito y provocará anorexia, sino que también provocará caries dental o dolor abdominal. Como todos sabemos, la cafeína tiene un efecto refrescante en el cerebro. Los niños no son resistentes a la cafeína y se ven afectados fácilmente por la cafeína. Seguirán excitados y tendrán dificultades para conciliar el sueño.
En tercer lugar, la gelatina
A la mayoría de los niños les gusta comer gelatina. La gelatina no solo tiene un sabor delicioso, sino que también les permite sentir la diversión del tacto elástico. Los padres deben saber que la gelatina es un producto artificial. Durante el proceso de producción se agregan ingredientes como pigmentos, saborizantes y carragenina. Si un niño come demasiado, causará ciertos daños en los intestinos, afectará la absorción de minerales y otros nutrientes por parte del cuerpo y afectará el desarrollo intelectual del niño. La gelatina es pequeña y fácil de tragar, y algunos niños son traviesos. Por diversión, lo tragarán de un trago y accidentalmente se les quedará atascado en la garganta. En casos graves, la comida puede inhalarse hacia la tráquea. En este caso, los padres no tienen más remedio que llevar a sus hijos al médico. Por tanto, los padres no deben darles gelatina a sus hijos.
En cuarto lugar, los alimentos inflados
Los alimentos inflados contienen varios aditivos, que son muy deliciosos y pueden despertar fácilmente el apetito de los niños. Sin embargo, los alimentos con alto contenido de sal supondrán una gran carga para los riñones y su consumo excesivo puede provocar retraso mental y hacer que los niños dependan de los alimentos inflados. Además, los alimentos inflados contienen mucha grasa y los niños que comen demasiado pueden volverse obesos, lo que no es bueno para su salud.