¿Qué frutas en la vida no se pueden guardar en el frigorífico?
Las papayas se pueden envolver en periódicos y guardar en un lugar fresco. De esta forma, la papaya se puede conservar durante mucho tiempo y se mantiene fresca.
2. Lichi
Si los lichis frescos se dejan a 0℃ durante un día, la cáscara se pondrá negra y la pulpa se deteriorará.
Puedes cortar las ramas largas de lichi, luego poner los lichis en una bolsa de plástico, atar bien la bolsa y colocarla en un lugar fresco. Si es posible, las bolsas de plástico que contienen lichis se pueden sumergir en agua. De esta forma, el color, aroma y sabor de los lichis se mantendrán inalterados al cabo de unos días.
3. Mango
Los mangos verdes que compres se pueden colocar en una caja de cartón en un rincón y se pueden conservar durante unos 10 días. Si los mangos que compras están maduros, no los metas en el frigorífico hasta que termines de comerlos, porque si la temperatura es demasiado baja aparecerán manchas negras y se deteriorarán rápidamente. A la hora de comprar, lo mejor es seleccionar algunos mangos verdes y dejarlos madurar de forma natural a 20-25°C.
4. Plátanos
Los plátanos se pondrán negros y se pudrirán cuando se almacenen a temperaturas inferiores a 12°C y la temperatura en el congelador sea de cero grados. Algunas frutas tropicales aún no están maduras cuando las compras, como los plátanos que son de color azulado y tienen poca resistencia al frío, por lo que es mejor no guardarlos en el frigorífico. De lo contrario, no sólo no madurarán adecuadamente, sino que también se pudrirán y dejarán de ser comestibles.
5. Durian
El durian es de maduración tardía y debe conservarse en un lugar fresco. Los frutos maduros se partirán. En este momento, puedes sacar la pulpa, ponerla en una bolsa de plástico y guardarla en el frigorífico. Sabrá a helado después de congelarla. Si la pulpa se vuelve agria, significa que el durián se ha echado a perder y ya no se puede comer.
6. Las naranjas
Generalmente se pueden conservar a temperatura ambiente. Los cítricos como las mandarinas, las naranjas y los limones se pueden conservar a temperatura ambiente. Si se coloca en un refrigerador a baja temperatura, el aceite de la piel de la fruta penetrará fácilmente en la pulpa, haciendo que el sabor de la pulpa sea amargo.