La forma de conservar las ostras es conservarlas durante mucho tiempo. No es necesario que estén frescas, siempre que no estén malas.
1: Envuélvelas en film transparente y pon un poco de sal en el frigorífico. Pero cuanto antes comas, mejor. Con el tiempo, se volverá rancio y afectará el sabor.
2. Las ostras generalmente se refrigeran a una temperatura constante de 4 a 5 grados centígrados. Si es alto, las bacterias se reproducirán y harán que la carne de la ostra se pudra. Si es bajo, congelará o congelará las ostras. Guárdalo en el congelador hasta por 6 días. No le des la vuelta ni lo mezcles con otros alimentos. ¡Refrigerar, no congelar! Simplemente pon hielo picado sobre las ostras.
3: Puedes probar a lavar las ostras frescas que compraste con agua limpia, y poner unas gotas de aceite de sésamo en un recipiente, para que puedan conservarse durante uno o dos días.