Los conductos de humos de los edificios pueden contener vapores de petróleo y gases de hornos.
En primer lugar, es muy importante elegir el lugar de instalación de la campana extractora. Asegúrese de que la tubería sea lo más corta posible.
Algunos propietarios alargan las tuberías por motivos de apariencia. Después de apagar la campana extractora de esta manera, habrá una gran cantidad de vapores de aceite en la tubería que no se pueden descargar y luego regresan a la habitación.
Además, para no dañar los conductos de humos principal y auxiliar originales, el sentido de apertura no se puede cambiar a voluntad, debiendo abrirse en el conducto de humos auxiliar. Los propietarios no son libres de cambiarlo según sus propias preferencias.
No obstante, el orificio de la chimenea se puede agrandar, pero con cuidado de no dañar el deflector de la chimenea auxiliar.