Consejos sobre cómo hacer agua con miel y limón
El agua de limón y miel es una bebida muy popular conocida por su rica vitamina C, antioxidantes naturales y efectos antiinflamatorios. Entre sus efectos destacan:
1. Ayuda a la digestión y a eliminar toxinas: Tanto el zumo de limón como la miel ayudan a favorecer el peristaltismo intestinal y la digestión, y ayudan a eliminar toxinas del organismo.
2. Mejora la inmunidad y previene resfriados: El jugo de limón es rico en vitamina C, que puede ayudar a mejorar la inmunidad y prevenir resfriados y otras enfermedades.
3. Favorecer el metabolismo corporal y reducir el peso: Tanto el jugo de limón como la miel pueden favorecer el metabolismo corporal y consumir calorías, ayudando a reducir el peso.
4. Alivia la tos y el dolor de garganta: Tanto el jugo de limón como la miel tienen propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, que pueden ayudar a aliviar la tos y el dolor de garganta.
5. Mantén tu piel sana y joven: El jugo de limón y la miel contribuyen con antioxidantes y ayudan a mantener tu piel sana y joven.
Método de preparación:
1. Añade una cucharada pequeña de miel a una taza de agua tibia y revuelve uniformemente.
2. Exprime el jugo de medio limón, agrégalo al agua con miel y vuelve a remover uniformemente.
3. Puedes añadir cubitos de hielo o miel para ajustar el sabor según tu gusto personal.
Recordatorio: Dado que el limón y la miel son alimentos ácidos, su consumo excesivo puede dañar los dientes. Se recomienda beber de una a dos tazas al día. Está prohibido beber si se padecen enfermedades del sistema digestivo como hiperacidez, úlcera gástrica, estomatitis, etc.