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Cuatro tabúes sobre el agua de limón y miel

1. El agua con miel y limón está prohibida para pacientes con niveles altos de azúcar en sangre. Tanto los limones como la miel contienen azúcar, que puede aumentar los niveles de azúcar en sangre y provocar fácilmente hiperglucemia, lo que no favorece el tratamiento y control de los pacientes diabéticos.

2. No se debe consumir en exceso agua de limón y miel. El ácido cítrico y las sustancias ácidas pueden afectar las funciones orales y gastrointestinales, provocando una secreción excesiva de ácido gástrico, provocando malestar gastrointestinal, dolor y otros síntomas.

3. Los pacientes con enfermedades alérgicas, asma y otras enfermedades alérgicas no deben beberlo. Tanto el limón como la miel pueden provocar reacciones alérgicas, que pueden agravar los síntomas y posiblemente empeorar la afección.

El agua de limón y miel no es apta para beber en ayunas. Beber agua con limón y miel en ayunas puede provocar una secreción excesiva de ácido gástrico, irritar la mucosa gástrica y agravar los problemas gástricos. Lo mejor es beberlo después de las comidas o a la hora del té, ya que es más beneficioso para el organismo.