¿Cuál es la actitud de los países europeos ante la invasión alemana de Austria?
El 25 de julio de 1934, los nazis asesinaron al primer ministro austriaco Dollfuss. Pero este motín nazi, al igual que el motín de la cervecería de 1923, fue rápidamente sofocado. Los que participaron en el motín fueron arrestados y 13 de ellos fueron condenados a muerte.
La razón por la que este levantamiento nazi fracasó, aparte de razones técnicas, fue principalmente porque aún no había llegado el momento. En 1934, Alemania también se encontraba en una posición diplomática extremadamente aislada debido a su retirada de la Conferencia de Desarme y de la Sociedad de Naciones. Gran Bretaña y Francia se opusieron a la violación directa por parte de Alemania del Tratado de Versalles y del Tratado de Saint-Germain, e insistieron en que Austria debería seguir siendo independiente. En ese momento, la Unión Soviética acababa de expresar su voluntad de firmar un Pacto de Locarno Oriental con Occidente por primera vez. Por supuesto, no aprobó las acciones de Alemania en Austria. Ni siquiera la Italia fascista se puso del lado de Alemania. Después del incidente, Mussolini movilizó apresuradamente cuatro divisiones y marchó hacia el paso del Brennero, alegando que Italia haría todo lo posible para mantener la independencia de Austria. Este incidente causó revuelo durante un tiempo y la opinión pública internacional fue muy desfavorable para Hitler.