Se dice que las manzanas de la mañana son manzanas doradas, las manzanas del mediodía son manzanas plateadas y las manzanas de la tarde son manzanas podridas, ¿verdad? Entonces, ¿cuál es la mejor fruta para comer por la noche?
No, ¡esto es cierto para casi todas las frutas! La mañana es el mejor momento para comer.
Esta afirmación tiene base científica en varios países. En primer lugar, mire el informe de científicos británicos. En el Reino Unido, hay un dicho que dice que "la fruta de la mañana es oro, desde el mediodía hasta las 3 de la tarde". "De las 6 a las 6 es cobre, y después de las 6 es plomo". El metabolismo del cuerpo humano se acelera por la mañana. Comer frutas a esta hora puede absorber completamente los nutrientes de las frutas y acelerar el metabolismo del cuerpo humano.
Esto se debe a que comer fruta antes del desayuno no solo estimula el apetito sino que también favorece la absorción de vitaminas. Después de una noche de descanso, la función gastrointestinal humana todavía está activada y la función digestiva no es fuerte, pero el cuerpo. Necesita complementar suficientes nutrientes, comer frutas que sean fáciles de digerir y absorber en este momento puede satisfacer las necesidades nutricionales para las actividades de trabajo o estudio por la mañana. Sin embargo, lo mejor es elegir frutas aptas para comer antes de las comidas que no sean ácidas ni astringentes, como manzanas, peras, plátanos, uvas, etc. Las personas con mala función gastrointestinal no deben comer frutas en este momento.
La medicina tradicional china cree que alrededor de las 10 a. m., la energía yang aumenta, que es el momento en que el bazo y el estómago están más fuertes durante el día. Las personas con el bazo y el estómago débiles optan por comer frutas a esta hora, lo cual. Es más propicio para la absorción del cuerpo. Comer fruta 1 hora después de una comida es bueno para la digestión. Puedes elegir frutas con alto contenido de ácidos orgánicos como la piña, el kiwi, la naranja y el espino. Comer fruta después de una comida no favorece la digestión. Al contrario, es fácil comer demasiada, lo que convierte el azúcar en grasa y se acumula en el organismo.