El país más "libre" de la UE es Alemania. ¿Qué tan libres son?
A los europeos en general les gusta comer carne. En comparación con los asiáticos, los europeos son más altos y más fuertes. Aunque son fuertes cuando son jóvenes, después de alcanzar cierta edad, sus corazones y mentes vendrán a ti. Por lo tanto, los países de la UE tienen controles estrictos sobre el tabaco, el alcohol y los alimentos ricos en azúcar. En algunos países con controles estrictos, incluso se considera que las personas que fuman, beben y comen alimentos ricos en azúcar tienen mal gusto. Lo quieren.
No sólo eso, la mayoría de los países de la UE no sólo prohíben fumar en lugares públicos, sino que incluso prohíben estrictamente la publicidad de cigarrillos. También hay algunas imágenes muy incómodas en los paquetes de tabaco. El aumento de los impuestos sobre el tabaco, el alcohol, el azúcar y los alimentos ha hecho que los precios sean extremadamente altos e inasequibles para la gente corriente, lo que ha reducido las ventas de dichos productos.
Sin embargo, en comparación con los estrictos alemanes, no tienen problemas en este sentido. En primer lugar, Alemania es el único país de la UE que no tiene una prohibición total de la publicidad del tabaco. Además, en Alemania no existen impuestos extranjeros adicionales sobre la producción de cigarrillos electrónicos, alimentos ricos en azúcar y vino. Incluso los tipos impositivos sobre las bebidas alcohólicas, la cerveza y otras bebidas alcohólicas son mucho más bajos que en otros países de la UE. Sin mencionar que la mayoría de los países prohíben conducir en estado de ebriedad, pero Alemania también tiene los estándares más bajos para conducir en estado de ebriedad. Beber una o dos cervezas en la carretera no se considera un DUI en absoluto.
Este enfoque de Alemania parece incompatible con su estilo riguroso. De hecho, refleja el rigor del estilo del gobierno. En comparación con países con controles estrictos, el efecto de control no sólo es limitado, sino que también genera un gran número de mercados negros y corrupción, lo que perjudica los intereses de los pobres. Sin embargo, el "liberalismo" alemán ha evitado efectivamente este fenómeno.