¿Cómo hacer que la mermelada quede pegajosa?
Secreto 1: El encanto de la pectina
La pectina es una sustancia natural de las frutas que hace que la mermelada se vuelva pegajosa. Diferentes frutas tienen diferentes contenidos de pectina, por lo que al hacer mermelada, puedes elegir frutas con mayor contenido de pectina, como frambuesas, arándanos, manzanas, etc.
Secreto 2: Equilibrio de la acidez
La acidez es otro factor importante que determina la viscosidad de la mermelada. La acidez favorece la solidificación de la pectina, haciendo que la mermelada se espese. Al cocinar mermelada, puedes agregar jugo de limón o vinagre para ajustar la acidez. Generalmente, puedes agregar 1-2 cucharadas de jugo de limón o vinagre por taza de fruta.
Consejo 3: Cocina con paciencia.
Hacer mermelada es un proceso paciente. Durante el proceso de ebullición, el agua se evapora y la pectina se libera gradualmente. Así que cocina con paciencia, revolviendo constantemente, hasta que la mermelada alcance la consistencia deseada. No se apresure o la mermelada quedará demasiado líquida o se quemará.
Consejo 4: Utiliza el azúcar con prudencia.
El azúcar no sólo aumenta el dulzor de la mermelada, sino que también ayuda a que la pectina se solidifique. Al cocinar mermelada, agregar una cantidad adecuada de azúcar blanca o morena puede aumentar efectivamente la viscosidad de la mermelada. En términos generales, puedes agregar 1/2-1 taza de azúcar por taza de fruta.
Consejo 5: La finura de la pulpa
La finura de la pulpa también afectará a la consistencia de la mermelada. Si la pulpa es demasiado rugosa, será difícil que la pectina se suelte, lo que hará que la mermelada quede más fina. Por eso, antes de cocinar mermelada, puedes cortar la fruta en trozos pequeños o triturarla, lo que favorece más la liberación de pectina.
Secreto 6: El maravilloso uso de las cáscaras
La cáscara también es rica en pectina. Al cocinar mermelada, puedes agregar un poco de cáscara. Lavar y picar la piel y añadirla a la mermelada para espesarla. Cabe señalar que algunas cáscaras son amargas, así que úsalas con moderación.
Consejo 7: Refrigerar y dejar reposar.
Mientras está caliente, echamos la mermelada cocida en un recipiente de cristal, lo sellamos y lo metemos en el frigorífico. Cuando se refrigera, la mermelada se solidificará aún más y se volverá más espesa. Si la mermelada no queda lo suficientemente pegajosa, recaliéntala, agrega un poco de pectina en polvo o maicena, revuelve bien y continúa cocinando hasta alcanzar la consistencia deseada.