Métodos de cultivo y precauciones para las azaleas en maceta
2. Hidratación: El sistema radicular de la azalea es poco profundo y fino. Al regar, tenga cuidado de no regar demasiado para evitar la acumulación de agua en el recipiente y provocar la pudrición de las raíces. Basta con regar la tierra de la maceta cuando suele estar un poco seca. Cuando la temperatura es alta en verano, además del riego normal, también puedes utilizar una regadera para rociar agua sobre y alrededor de las hojas. Al rociar agua, asegúrese de no rociarla sobre las flores. Una vez rociada sobre las flores, el período de floración se acortará.
3. Suelo: Al rododendro le gustan los suelos ácidos y se puede mezclar con tierra de humus, tierra de jardín y agujas de pino en una proporción de 5:2:3. Si habitualmente riegas con agua del grifo, lo mejor es secarla a temperatura ambiente durante uno o dos días para permitir que el cloro del agua se evapore antes de usarla. Especialmente en el norte, debido a que el suelo es alcalino, puedes agregar un poco de vinagre o sulfato ferroso al regar para aumentar el pH del suelo.
4. Temperatura: La temperatura de crecimiento adecuada para las azaleas es entre 15-28 ℃. El crecimiento se detendrá cuando la temperatura sea inferior a 5 ℃ en invierno; si la temperatura es superior a 30 ℃ en verano, también entrará en un breve período de inactividad.
5. Fertilizante: Si quieres que las azaleas crezcan vigorosamente y florezcan más, necesitas abonar más en primavera y otoño. Puedes utilizar tu propio fertilizante de piel y fertilizante de residuos de frijol. Rocíe un poco de dihidrogenofosfato de potasio antes de la floración y deje de fertilizar cuando la temperatura sea demasiado alta o demasiado baja. Podemos pulverizar un poco de dihidrogenofosfato de potasio antes de que florezca.
6. Nota: Al regar, asegúrese de mantener la tierra ligeramente húmeda y no riegue demasiado ni muy poco. Preste atención a la aplicación frecuente de fertilizantes ligeros en primavera y otoño, y nunca aplique fertilizantes pesados o crudos, que pueden quemar fácilmente las raíces.