¿Se puede cocinar y comer aceite de oliva?
Según las normas nacionales de mi país, el aceite de oliva se divide en tres categorías: aceite de oliva virgen, aceite de oliva refinado y aceite de oliva mixto. El aceite de oliva virgen se exprime directamente de las aceitunas frescas sin ningún tratamiento químico y es de máxima calidad. Es rico en ácidos grasos monoinsaturados como el ácido oleico, beneficioso para controlar los lípidos en sangre, y también contiene antioxidantes como los polifenoles. El aceite de oliva refinado se refina. Aunque su valor nutricional no es tan bueno como el del aceite de oliva virgen, su contenido en ácido oleico sigue siendo superior al de otros tipos de aceite. El aceite de oliva virgen no sólo contiene una gran cantidad de ácidos grasos libres, sino que también es de color amarillo verdoso y contiene la sustancia fotosensible clorofila que favorece la oxidación, por lo que no es adecuado para altas temperaturas y calentamiento prolongado. Por ello, el aceite de oliva virgen se utiliza mejor en platos fríos, guisos o rellenos, para maximizar su valor nutricional.
El aceite de oliva refinado es similar a otros aceites vegetales refinados. Tiene un alto punto de humo y se han eliminado la mayoría de sus antioxidantes y componentes de sabor. No tiene las ventajas para la salud del aceite de oliva virgen. Sin embargo, debido a su bajo contenido en ácidos grasos poliinsaturados, tiene mejor resistencia al calor que el aceite de soja, tiene menos riesgo de oxidación y es apto para cocinar.