Una breve discusión sobre la cultura del café
Una breve discusión sobre la cultura del café.
La palabra “café” proviene del vocablo griego “K aw eh”, que significa “fuerza y pasión”. Beber café no es sólo un pasatiempo, sino que su rica connotación cultural es la búsqueda de un ideal. estilo de vida.
El café, una bebida mágica, ya en la época árabe estaba dotado de funciones mágicas. Con la ayuda del café, la gente piensa en los problemas, sueña con el mundo y debate sobre la actualidad. "Es el espíritu de los pensadores y maestros del ajedrez". Los árabes "comidarios" practicaban sus habilidades ajedrecísticas en las cafeterías.
Cuando vienen a las cafeterías, la gente lee, charla, escucha música y juega al ajedrez. En el fragante olor del café dejan entrar sus pensamientos racionales. Los europeos también son una nación a la que le encanta pensar, y el café se ha convertido en otra cultura extrema en sus manos. Entra por la puerta del café, porque la gente viene a tomar café. El propósito del café era promover el crecimiento de la sabiduría.
Este entusiasmo por las cafeterías se expandió rápidamente. En 1730, había casi 4.000, grandes y pequeñas. Sólo en París, el centro de la futura revolución democrática, los cafés tenían más funciones, incluyendo té, cacao, bebidas alcohólicas, diversos refrigerios lácteos e incluso platos. En algunos cafés, la gente podía pasar la noche y las luces estaban a menudo apagadas. brillantemente iluminado hasta la medianoche.
Para abrir una vida social pública más amplia, los cafés de alto nivel en ese momento no escatimaron esfuerzos para construir salas que pudieran acomodar docenas o incluso casi cien mesas de café; Durante mucho tiempo, este fue el primer y único lugar en las ciudades europeas donde personas de todos los ámbitos de la vida podían venir y reunirse libremente. En los intercambios de personas de todo tipo, los estudiosos del café se inspiraron en La esencia del ser humano. La civilización nació de este pequeño lugar. La pequeña mesa de café se extendió lentamente por todo el mundo.
Por eso el lingüista Leo Johnson cree que las cafeterías no son sólo un lugar para vender café, sino también una forma de pensar y pensar. una forma de vida. Una ocasión social, una idea filosófica.