Fuego de frutas
Después del terremoto de Luding, los bomberos involucrados en el rescate fueron a la farmacia local a comprar medicamentos, lo que fue una escena conmovedora. El jefe se negó a cobrar dinero y le dio al bombero una bolsa de fruta gratis. Escenas como esta son conmovedoras y hacen que los bomberos sientan que su arduo trabajo vale la pena. No hace falta decir lo duro que trabajan los bomberos. Aunque no lo he vivido personalmente, se ha reflejado plenamente en anteriores operaciones de rescate.
En primer lugar, el desastre es una orden. Los bomberos son siempre los primeros en llegar. Cuando no están en asignación, siempre están de guardia. Cuando suena el timbre, es una orden. A través del breve video, también vemos que muchas veces cuando llega la misión, los bomberos están comiendo. Ante una emergencia, dejarán los platos con decisión y lanzarán inmediatamente operaciones de rescate.
Dondequiera que haya fuego o desastre, allí estarán. Los bomberos son siempre los primeros en llegar al lugar y participar en las operaciones de rescate. Las dificultades causadas por el modo de espera las 24 horas durante todo el año están más allá del alcance de la gente corriente.
En segundo lugar, los bomberos se someten a un arduo entrenamiento y sus vidas son aún más peligrosas al realizar sus tareas. Los bomberos necesitan entrenar duro todos los días para mantenerse en plena forma y poder mantener su forma física y sus habilidades. Sin un entrenamiento duro, el proceso de la misión está lleno de peligros y los desastres geológicos como inundaciones y terremotos pueden amenazar las vidas de los bomberos.
En mi opinión personal, el momento más difícil para ellos es regresar sanos y salvos después de la misión. En este momento, son los más felices y relajados.
Después de comprender el arduo trabajo de los bomberos, también debemos prestar atención a la prevención de incendios y desastres en nuestras vidas, y tratar de no causarles problemas ni ponerlos en peligro.