Insiste en comer cebollas todos los días. ¿Cómo beneficiará esto a su salud a largo plazo?
Las cebollas contienen fitoncida, que tiene una fuerte capacidad bactericida y puede resistir los virus de la influenza y prevenir los resfriados. Cuando este fitoncida se excreta a través del tracto respiratorio, el tracto urinario y las glándulas sudoríparas, puede estimular la secreción de las paredes de los conductos celulares, por lo que tiene efectos de expectoración, diuresis, sudoración, efectos antibacterianos y antisépticos.
Y las cebollas contienen alicina, que tiene un aroma fuerte, por lo que cuando cortamos las cebollas, nuestros ojos derramarán lágrimas debido a su olor acre. Este olor especial puede estimular el ácido gástrico secretado para aumentar nuestro apetito. También favorecen nuestra motilidad gastrointestinal, por lo que resultan apetecibles.
La cebolla también puede prevenir el cáncer. Su eficacia proviene de su rico contenido en selenio, que es un antioxidante que puede estimular nuestra respuesta inmune, inhibiendo así la división y el crecimiento de las células cancerosas y reduciendo la toxicidad de las sustancias. .
La cebolla es la única planta rica en prostaglandinas. Es un anticoagulante natural que puede dilatar los vasos sanguíneos, reducir la viscosidad de la sangre, reduciendo así la presión arterial, reduciendo los vasos sanguíneos periféricos, aumentando el flujo sanguíneo coronario y previniendo la trombosis.
Por supuesto que las cebollas son muy buenas, pero a algunas personas no se les permite comerlas. En primer lugar, sus ojos no son buenos, porque al cortar cebollas se libera una gran cantidad de líquido irritante, por lo que salpicarles los ojos les provocará daños. Los pacientes con problemas renales no pueden comerla porque las cebollas contienen un alto contenido de fósforo, lo que aumentará la carga sobre los riñones.