Las frutas también necesitan respirar. Estas frutas se pudrirán rápidamente en el frigorífico.
Los frutos también sufren "evapotranspiración", es decir, el agua se "evapora" gradualmente de la superficie de la cáscara. En términos generales, el contenido de agua de las frutas es aproximadamente del 80% al 90%, por lo que cuanto más fuerte sea la "evapotranspiración", mayor será la pérdida de agua y peor será la calidad de la apariencia.
Además, algunas frutas (como manzanas, peras, mangos, etc.) producirán "etileno" cuando maduren, lo que acelera la maduración y el envejecimiento de los frutos. Cuanto mayor es la temperatura de almacenamiento de las frutas, más etileno se libera, lo que afectará la calidad de las frutas. Por tanto, los frutos no deben exponerse al sol.
Conservar las frutas templadas en el frigorífico, pero no refrigerar las frutas tropicales.
La clave para el almacenamiento de la fruta es reducir su respiración, evapotranspiración y producción de etileno, y prestar atención a la reproducción de microorganismos.
Hay que recordar a todos que no todas las frutas son aptas para refrigeración. Los expertos dicen que muchas frutas tropicales como los plátanos y los mangos no se pueden guardar en el frigorífico, de lo contrario acelerarán su deterioro. Esta fruta se puede conservar en un lugar fresco y oscuro. La mayoría de las frutas de zonas templadas deben refrigerarse, como las manzanas, los melocotones, las peras y las fresas.
La fruta poco cocida no debe refrigerarse inmediatamente.
No refrigerar frutos inmaduros que no puedan consumirse inmediatamente, de lo contrario pasarán a lo que comúnmente se conoce como estado "tonto", es decir, los frutos permanecerán inmaduros debido a la baja temperatura y al daño por frío, y incluso si se trasladan a temperatura ambiente, permanecerán inmaduros y pronto se pudrirán.
Tomemos como ejemplo los aguacates, no madurarán hasta que la piel se ponga negra. Si se mete en el frigorífico mientras está verde no se cocinará, y si se pasa a temperatura ambiente para "remediarlo", el sabor se deteriorará y pronto se pondrá rancio.
Además, tras comprar la fruta, debes recuperarla lo antes posible. Por ejemplo, cuando se vuelve a comprar la fruta, está helada, lo que significa que ha sido refrigerada.
Debes meterlo en el frigorífico lo antes posible después de comprarlo. Si compra a temperatura ambiente, espere hasta que el calor se disipe y la fruta madure. Envuélvelo antes de meterlo en el frigorífico.
Los expertos dicen que los refrigeradores domésticos no tienen control de humedad, y las frutas pueden deshidratarse fácilmente si se colocan en el refrigerador sin procesar. Por tanto, lo mejor es envolver las frutas en bolsas de plástico en el frigorífico. Además, cuando las frutas entran y salen del refrigerador,
debido a la diferencia de temperatura, habrá agua condensada en la superficie de las frutas, lo que no favorece el almacenamiento de frutas. El papel puede absorber agua, por lo que es mejor envolver primero las frutas de piel tierna en papel y luego envolverlas en bolsas de plástico. Esto ayudará a evitar que la condensación dañe la piel. Cabe recordar que antes del almacenamiento se deben perforar varios agujeros en la bolsa de plástico envuelta en la fruta para asegurar una buena ventilación.