Comentarios sobre los bodegones de Antonio Pereda
Sus bodegones, como frutas, platos de metal, copas de vino, etc., son ricos en textura y color. Suele gustar resaltar los bodegones frente a un fondo oscuro. Este es el caso de este bodegón de vasija de celadón y fruta. Sus representaciones de bodegones son realistas y detalladas, con la cantidad justa de luz y textura. Especialmente la cáscara, que rara vez se nota, añade al espectador muchas asociaciones y especulaciones. Esto también nos hace darnos cuenta de que la naturaleza muerta no es una pintura sin vida. También contiene huellas y aliento de personas, sino que se encuentra en un estado de vida relativamente estático. Todo esto muestra la aguda visión de la vida del pintor, sus magníficas habilidades realistas y su percepción interior de la esencia de la vida, haciendo que las naturalezas muertas ordinarias que se pueden ver en todas partes parezcan realistas y fascinantes. Su composición estática simple, su configuración de color brillante y maravillosa, su fuerte contraste entre la luz y la oscuridad y sus objetos llenos crean una escena solemne llena de aura profunda para las personas. Va mucho más allá de la pintura de naturaleza muerta que simplemente reproduce el hermoso paisaje del mundo exterior. Se puede decir que es una obra maestra de bodegones poco común.