¿A qué deben prestar atención las mujeres embarazadas al comer frutas y beber bebidas?
Mucha gente cree que las frutas son ricas en fibra y vitaminas, que no sólo son beneficiosas para las mujeres embarazadas, sino que también pueden mejorar la piel del feto y dar a luz a niños blancos y tiernos. Es cierto que las frutas son beneficiosas tanto para la madre como para el feto, pero no se puede hacer sin moderación. Cuantas más, mejor. Además de ser ricas en vitaminas, las frutas también contienen mucha agua y azúcar. Una manzana de 150 a 200 gramos puede producir de 100 a 120 kcal de calor, lo que equivale a 60 a 80 gramos de arroz. La fructosa, glucosa, etc. se pueden convertir en grasa en el cuerpo, provocando que las mujeres embarazadas aumenten de peso. Por tanto, las mujeres embarazadas sólo necesitan comer entre 200 y 250 gramos de fruta al día.
Las mujeres embarazadas deben beber de 1 a 15 litros de agua cada día. Puedes beber leche. La leche es rica en minerales y proteínas y es muy adecuada tanto para la madre como para el feto. Las mujeres embarazadas con sobrepeso pueden beber leche desnatada. Si se presentan síntomas como hinchazón, dolor abdominal y diarrea después de beber leche, puede beber yogur o yogur. El yogur inhibe la reproducción de microorganismos nocivos en los intestinos y es apto para mujeres embarazadas. Si las mujeres tienen la costumbre de beber té antes del embarazo, aún pueden beber té después del embarazo, pero no beban té fuerte. Beba menos café, especialmente café fuerte.
Beba menos o ninguna bebida disponible comercialmente, especialmente aquellas elaboradas con azúcar, sacarina y aditivos alimentarios, que son perjudiciales para las mujeres embarazadas. Las bebidas de zumos de frutas contienen mucha azúcar, lo que puede provocar aumento de peso. Puedes exprimir el jugo tú mismo y beberlo ahora. No lo hiervas.
Aunque la cerveza contiene menos alcohol, es mejor que las mujeres embarazadas beban menos, porque la cerveza contiene mucho sodio y beber demasiado puede provocar retención de sodio. Provocar o agravar el edema del embarazo.
La función gastrointestinal de las mujeres embarazadas disminuye, el ácido gástrico disminuye y la motilidad gastrointestinal se debilita. En este momento, eres muy sensible a la estimulación del frío y el calor. Comer demasiadas bebidas frías puede provocar pérdida de apetito, indigestión, calambres estomacales e incluso gastroenteritis. Por eso, en verano o cuando la mujer embarazada sienta calor y sequedad, no ingiera demasiadas bebidas frías.