Cómo convertir una cuna en un escritorio
Hay demasiadas pequeñas cosas en la vida, siempre que se les añada creatividad, se pueden convertir en muebles nuevos, lo que no sólo ahorra presupuesto, sino que también hace la vida más interesante, por ejemplo. El niño crece, ya no es necesaria una cuna. Transfiérala o véndala, retire la barandilla de un lado y se convertirá en el escritorio de su hijo. ¿Cómo convertir una cuna en escritorio?
Cómo convertir una cuna en escritorio
Retira una de las barandillas laterales de la cuna y retira el colchón. Ajuste la tabla de la cama a una posición en la que el niño pueda simplemente sentarse, luego clave un escritorio de tamaño adecuado a la tabla de la cama, cuelgue una pequeña pizarra, algunos materiales de aprendizaje y juguetes educativos en el otro lado de la barandilla, y la cuna se convierte en el pequeño escritorio del niño.
Retira una de las barandillas de ambos lados de la cuna, baja un poco la altura de la tabla de la cuna, coloca encima tu cojín grueso favorito y ponle una o dos almohadas pequeñas para que quede como un pequeño sofá. Coloque este pequeño sofá en la esquina de su balcón, sala de estudio o dormitorio para darle un aspecto elegante y práctico.
En primer lugar, corta las patas de la cuna para que queden a ras de la cama. Busque dos o tres tablas de madera que tengan el mismo ancho y profundidad que la cuna y clávelas a la cuna para hacer estantes. Luego coloque la cuna hacia arriba, con la tabla de la cama hacia adentro contra la pared, y use clavos y soportes en forma de L para fijar la cuna a la pared y convertirla en un estante de almacenamiento. Puedes colocar macetas en el balcón y puedes organizar utensilios de cocina y cachivaches en la cocina. En la sala de estudio puedes apilar libros y revistas.
El tamaño de la cuna
El tamaño de la cuna es la clave para determinar la conveniencia Hay cuatro cosas que no se deben hacer:
1. No debe ser demasiado alto: las barandillas de la cuna no deben tener una altura superior a 35 cm, de lo contrario será incómodo sostener al bebé.
2. No demasiado corta: La cuna no debe ser demasiado corta. Si mide menos de 50 cm, los adultos tendrán que agacharse mucho para engatusar y sostener al bebé, lo que será muy difícil.
Además, hay mucho polvo en el aire cerca del suelo, y también es vulnerable a los reptiles, ratas y mascotas.
3. No debe ser demasiado ancha: el ancho de la cama no debe exceder los 75 cm. La cuna debe moverse con flexibilidad entre el dormitorio, la sala y el comedor. Si el ancho excede los 75 cm. Será imposible entrar y salir, lo cual es muy inconveniente.
4. No debe ser demasiado larga: la longitud de la cama no debe superar los 1,2 metros. El ancho de un dormitorio suele ser de unos 3 metros, ocupando la cama grande 2 metros y el resto siendo el pasillo o armario y la mesa del comedor. La ubicación de la cuna es al lado de la cama grande, donde hay que tener en cuenta mesitas de noche, tocador, taburetes, pasillos y puertas y cajones de apertura, que requieren 80 cm. Por tanto, si la longitud de la cuna supera los 1,2 metros, ocupará la función de paso u otros muebles, dificultará las actividades normales y deberá moverse con frecuencia, lo que resulta muy inconveniente.