Cómo juzgar si un bebé es bueno o no
Los síntomas de la desnutrición en los niños son enojo, llanto, sueño intranquilo, no les gusta comer, tez pálida, fatiga, cabello seco y sin brillo, no aumentan ni pierden peso y son muy propensos a sufrir anemia. Leve: la grasa subcutánea en el abdomen, el cuerpo y la parte interna de los muslos se vuelve blanda y los músculos no son fuertes. De moderada a grave: la grasa subcutánea en el abdomen, el cuerpo y las extremidades ha disminuido significativamente, hay pliegues evidentes en la parte interna de los muslos, relajación muscular, piel pálida y seca y una pérdida de peso evidente en la cara. Moderado a grave: la grasa subcutánea de todo el cuerpo ha desaparecido casi por completo.
La hepatitis en niños es el nombre de una enfermedad que desde la perspectiva de la medicina tradicional china suele denominarse acumulación de alimentos. En otras palabras, aunque el bebé come mucho, su cuerpo es relativamente delgado, sus heces suelen ser secas o acuosas, anormales y descoordinadas, y su cabello es escaso y amarillo. A veces estará mentalmente inquieto o apático y, en casos raros, tendrá síntomas neurológicos como parpadear y rechinar los dientes.
Lo mejor es llevar a su hijo al hospital para que lo examinen. Si te diagnostican desnutrición infantil, puedes recetarte algunos medicamentos para la digestión y el estancamiento, fortalecer el bazo y el estómago, y prestar atención a ajustar la dieta a alimentos principalmente ligeros y fáciles de digerir para evitar comer en exceso.