A los estudiantes les gusta jugar juegos en línea. ¿Por qué no se pueden prohibir los juegos en línea?
Hablando de los peligros de los juegos en línea, a muchas personas les gusta usar los peligros del tabaco, el alcohol y el mahjong para refutar si este es el peligro de los juegos en línea o del tabaco y el mahjong. Después de la observación, encontramos que los adultos representan la gran mayoría de los consumidores de tabaco, alcohol y mahjong. Para muchos adultos, fumar y beber no sólo eliminan la soledad sino también la necesidad de interacción social. Sin embargo, no hay mucha gente que fume, beba y juegue mahjong durante todo el día, y también hay muy pocas personas que no fumen, beban y salten de los edificios. Esto se debe principalmente a que la mayoría de los adultos todavía tienen un fuerte control sobre el tabaco y el alcohol. . Pero desde la perspectiva del consumo de juegos en línea, los adolescentes representan la gran mayoría jugando todo el día, ocupando su tiempo de estudio y todavía pasan tiempo en casa.
La mayor diferencia entre ambos es que el tabaco y el alcohol son consumibles. El tabaco y el alcohol no se acumulan y desaparecen después de fumarlos o beberlos. Los juegos en línea son diferentes. Debido a que crea una cuenta para el jugador, el jugador puede jugar en cualquier momento y en cualquier lugar. La cuenta contiene los suministros, puntos, niveles y accesorios del jugador. Las cuentas se pueden intercambiar y convertir, lo que hace que los jugadores se sientan valiosos y reacios a darse por vencidos, y eventualmente se vuelven adictos. De hecho, sólo los datos del tiempo de la cuenta son reales y el dinero real recaudado por los jugadores va a los bolsillos de la empresa del juego. Se puede decir que los juegos en línea equivalen a plantar semillas malignas en la vida de los jóvenes.
Esto no sólo desperdicia su valioso tiempo de aprendizaje, consume sus cuerpos inmaduros, distorsiona sus valores y su visión del mundo, sino que también conduce a cambios en sus habilidades sociales. El tabaco, el alcohol y el mahjong son incompetentes e indiferentes a las responsabilidades sociales, y su complejidad, nocividad y nocividad son incomparables. Ser adicto a los juegos online parece ser un problema personal y no tiene nada que ver con nosotros mismos, pero cuando el número de estas personas aumente, se convertirá en un problema social y nos hará pagar un precio mayor. Se dice que un hormiguero destruye un terraplén de mil millas, por lo que debemos fortalecer el control de los juegos en línea.