Bebé comiendo marisco: lo que necesitas saber
Ten cuidado en tu primer intento.
Cuando lo pruebes por primera vez podrás elegir pescado de río, gambas de río, etc. Se prefieren porque tienen relativamente menos probabilidades de causar alergias. La primera vez que lo pruebe, asegúrese de tomar una pequeña cantidad y observe atentamente a su bebé para detectar cualquier reacción alérgica. Si no hay reacción alérgica, la ingesta se puede aumentar gradualmente.
Elige mariscos frescos y vivos.
Los pescados y gambas que se le den al bebé deben ser frescos y vivos, evitando peces y gambas muertos. Además, los peces más grandes pueden contener metales pesados más tóxicos, así que trate de evitar elegir peces grandes.
Guisado y vapor
Los mariscos para bebés deben guisarse y cocinarse al vapor, y deben evitarse métodos de cocción a altas temperaturas como la fritura para conservar los nutrientes y evitar la producción de sustancias nocivas.
Controlar la ingesta
La cantidad de marisco para tu bebé debe controlarse a 3-4 comidas a la semana, 2-3 taeles por comida. No alimente a su bebé con mariscos con frecuencia.
Prestar atención a la limpieza y evisceración.
A la hora de darle marisco a tu bebé, presta atención a la limpieza y evisceración, especialmente de la membrana negra de la cabeza y el vientre del pescado para evitar el daño de parásitos y metales pesados.
Con sopa de verduras
Los mariscos para bebés deben acompañarse en el brunch y combinarse con sopa de verduras verdes, preste atención a darles a los bebés mucha agua por la tarde y por la noche para ayudar a la digestión; Eliminación del exceso de sodio y otros minerales.
Presta atención a la reacción de tu bebé
A la hora de añadir marisco a tu bebé, debes seguir los principios anteriores y prestar atención a la reacción y condición física de tu bebé. Si hay alguna anomalía, busque tratamiento médico de inmediato.