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Crujientes por fuera y tiernas por dentro, ¿cómo hacer bolas de rábano frito que no sacian?

El rábano es rico en agua, vitaminas y minerales. La gente lo conoce como "pequeño ginseng". El precio también es muy económico. Solo cuesta unos pocos centavos el kilogramo y puedes freír una olla grande de albóndigas si compras zanahorias a partir de 2 yuanes. Todo el mundo puede permitírselo. El método de las bolas de rábano frito es muy sencillo, basta con amasar el rábano rallado y la harina hasta formar una bola y freírla en aceite caliente. Crujientes por fuera, tiernos por dentro y llenos de sabor. Mejor que las albóndigas.

Sin embargo, freír una olla de deliciosas bolitas de rábano no es fácil. El rábano es una verdura rica en agua, con un contenido de agua superior al 90%. Los rellenos se lavan fácilmente con agua y no quedan crujientes cuando se fríen. Por tanto, hay un paso clave en las bolas de rábano fritas, que es la "deshidratación", que nunca se puede conservar.

1. Lavar los ingredientes preparados. Primero, retire la cabeza y la cola del rábano blanco, córtelo en tiras finas, viértalo en un recipiente, agregue 2 cucharadas de sal, mezcle uniformemente el rábano rallado y luego déjelo a un lado para matar el agua. Esto no solo puede eliminar el olor acre del rábano, sino que también evita que el rábano produzca olor en el agua. Triture el rábano y reserve.

2. Preparar un bollo sobrante al vapor, enrollarlo en trozos, ponerlo en un recipiente, mezclar bien con los palillos, añadir 1g de bicarbonato de sodio en polvo y remover hasta que hierva.

3. Añade la cantidad adecuada de harina al bol, revuelve hasta formar un relleno duro, tapa, reserva y deja reposar durante 10 minutos. Una vez que los ingredientes estén mezclados, gira el relleno formando bolitas con las manos.

4. Vierta el aceite en la olla, caliéntelo hasta aproximadamente el 50 % de su temperatura y luego agregue los palillos para burbujear. Reduce el fuego a bajo y comienza a poner las bolas. Sosteniendo la masa en tu mano izquierda, exprime las bolas de tu boca y colócalas en el tanque. Si queda masa en la cuchara, sumérjala en más agua. Después de poner todas las albóndigas en la cacerola de aceite, reduce el fuego al mínimo y fríe lentamente. No voltees la pelota hasta que flote. Una vez que todas las albóndigas estén cocidas, dales la vuelta varias veces durante el proceso de fritura para que se calienten de manera uniforme. Freír las albóndigas hasta que la piel se ponga amarilla, retirar el aceite y dejar enfriar. Si te gustan las albóndigas crujientes, puedes volver a freírlas. Las croquetas quedan más crujientes y sabrosas.