Red de conocimiento de recetas - Recetas gastronómicas - Beber cerveza todos los días hace que mi estómago crezca. ¿Qué debo hacer?

Beber cerveza todos los días hace que mi estómago crezca. ¿Qué debo hacer?

Las siguientes son soluciones:

1. Hábitos de estilo de vida para reducir la barriga cervecera.

Los hábitos de estilo de vida son el factor más fundamental que afecta la forma del cuerpo. Para reducir la barriga cervecera, primero es necesario tener un horario regular de trabajo y descanso. Evite quedarse despierto hasta tarde y asegúrese de dormir más de 7 horas. En segundo lugar, reglas dietéticas. Evite comer en exceso y deje de comer alimentos con alto contenido de sal y aceite. Por supuesto, para perder la barriga cervecera, primero debes dejar de beber. Incluso si bebes, debes beber menos, especialmente no beber demasiada cerveza. Elija una cantidad adecuada de vino tinto o vino blanco para conseguir el efecto de relajar los músculos y activar la circulación sanguínea.

2. Dos ejercicios para reducir la barriga cervecera

1. Nadar para reducir la barriga cervecera

La natación es el ejercicio que requiere un mayor uso de los músculos abdominales. Utilice la natación para tensar los músculos abdominales y pierda lentamente grasa abdominal bajo el efecto del masaje del agua. La natación debe continuar durante un tiempo prolongado, preferiblemente cada dos días, al menos dos veces por semana.

2. El Hula Hoop reduce la barriga cervecera.

No lo subestimes, el hula Hoop es un ejercicio muy físico. Es el enemigo de la cintura y la grasa abdominal. Jugar al hula hula 3 horas después de cenar todos los días es el mejor momento para perder peso. Puede ayudar a la digestión intestinal y la desintoxicación, lo cual es excelente para reducir la barriga cervecera.

Para reducir la barriga cervecera debes perseverar, cambiar tu estilo de vida e insistir en ejercicios para bajar de peso. Si persistes durante al menos un mes, verás grandes resultados.

3. Ejercicios para el vientre cervecero

1. Sostenga la cabeza con ambas manos, levante los pies hacia arriba, doble las rodillas en ángulo recto, estire el pie derecho hacia adelante, pero no lo haga. Toca el suelo, levántalo. Gira tu cuerpo hacia la izquierda para que tu codo derecho toque tu rodilla izquierda. Cambia tu pie izquierdo y estíralo hacia adelante, gira tu cuerpo hacia la derecha y hazlo de nuevo. Repita 10 veces.

2. Sujeta la cabeza con ambas manos, dobla los pies y presiona con fuerza las plantas de los pies contra el suelo. Coloque el talón de su pie derecho sobre su rodilla izquierda. Levanta la planta de tu pie izquierdo unos centímetros del suelo. Levante el cuerpo y los pies para que la cabeza toque la rodilla derecha. Mantenga esta posición durante 2-3 segundos. Repite, pero sin dejar el pie izquierdo en el suelo, coloca el talón del pie izquierdo sobre la rodilla derecha y hazlo nuevamente. Repita durante 10 segundos.

3. Estira las manos hacia ambos lados y mantén los pies juntos. Levante el pie derecho, relaje las rodillas y gire las caderas hacia la izquierda de modo que el pie derecho quede cruzado sobre su cuerpo en el suelo. El pie derecho se recupera lentamente. Cambie a levantar el pie izquierdo y hágalo de nuevo. Repita 10 veces.

4. Coloque las manos a ambos lados del cuerpo, levante los pies, doble las rodillas en ángulo recto, contraiga los músculos abdominales, levante las caderas y deje que las rodillas toquen el pecho. Mantén esta posición durante 2-3 segundos antes de volver a hacerlo. Repita 20 veces.

5. Sujeta la cabeza con ambas manos y apunta los codos hacia ambos lados. Levante los pies, junte las plantas y doble ligeramente las rodillas. Levanta la cabeza y los hombros, pero mantén la espalda separada del suelo y recupérate. Repita 20 veces.