Metas y puntos de orientación para las actividades de almuerzo en jardín de infantes
Sin vuelcos: En primer lugar, los niños deben entrenar los músculos de las manos, aprender a sostener cucharas y utilizar palillos, y tener movimientos coordinados para evitar vuelcos.
No hables mientras comes: En primer lugar, explícales las reglas a aquellos niños que hablan mientras comen, pídeles que salgan, terminen la comida y luego coman cuando hayan dicho basta.
No quisquillosos con la comida: utilice escenas de cuentos para decirles a los niños que no sean quisquillosos con la comida y las desventajas de ser quisquillosos con la comida. Recompense a los niños que cambian sus hábitos alimentarios exigentes.
Los hábitos de conducta de los niños son inseparables de la influencia positiva de la educación familiar y el entorno social.
1. Los padres deben tomar la iniciativa y dar ejemplo. Utilice su propio desempeño sobresaliente para impulsar a los niños a imitar y aprender.
2. Utilice recompensas materiales o espirituales para atraer a los niños a obedecer las reglas y luego advierta a los niños que se desempeñan mal. No es necesario aplicar castigos corporales severos, simplemente déjele saber al niño sus errores y déjele comprender el descontento de otras personas con sus malos hábitos.
3. Sugerir a las guarderías reforzar la educación y orientación sobre los hábitos alimentarios de los niños, o elegir mejores instituciones educativas.
4. Se recomienda que los jardines de infancia fortalezcan la educación y orientación sobre los hábitos alimentarios de los niños, o elijan mejores instituciones educativas.
La primera infancia es un período importante para el crecimiento físico, así como un período crítico para el desarrollo intelectual de los niños. Durante este período, el niño ingresa a la primera infancia desde la infancia y el desarrollo de varios órganos del cuerpo entra en una nueva etapa. Por lo tanto, la ingesta nutricional durante este período está directamente relacionada con la salud física de los niños pequeños, y los buenos hábitos alimentarios son un requisito previo importante para garantizar una ingesta nutricional razonable de los niños pequeños. La calidad de los hábitos alimentarios no solo afecta los hábitos de vida, sino que también afecta los hábitos de vida. La ingesta nutricional también tiene un impacto directo en la nutrición y la absorción, lo que no sólo es crucial para el crecimiento saludable de los niños pequeños, sino también de gran importancia para mejorar la calidad de la población.