Conflicto entre interés propio y altruismo, ¿cómo debemos elegir sabiamente?
Cuando el egoísmo y el altruismo entran en conflicto, a menudo es altruismo más que egoísmo. Además, el precio que tendremos que pagar puede ser relativamente alto.
Porque si psicológicamente es bueno para una persona, dará prioridad al altruismo a la hora de tomar decisiones. Muchas veces, si realiza demasiadas conductas altruistas, desarrollará "pereza". Ya existen muchos ejemplos de apoyo en la investigación teórica en psicología social.
Sin embargo, cuando necesitamos pagar un precio enorme para lograr un comportamiento altruista, surgirán intensos conflictos internos. En este momento, es la elección más difícil.
Por lo general, las opciones son pequeñas y nos resulta fácil elegir, pero si hay un conflicto, debemos sopesarlo.
Pongamos como ejemplo el caso de “ayudar a las personas mayores”. ¿Es egoísta o altruista? ¿Cómo eliges?
El altruismo te dirá que si el anciano se cae, deberás ayudarlo a levantarse rápidamente y llevarlo al hospital para ver si está bien. De lo contrario tendrás "mala conciencia".
El egoísmo te recordará que las personas mayores de hoy se han metido demasiado en problemas y sufrirán desastres si son chantajeadas accidentalmente. No se puede ayudar a los ancianos de manera casual, es importante protegerse.
En este momento, el conflicto es muy evidente.
Si me encuentro con un problema así, ciertamente no puedo quedarme de brazos cruzados y no hacer nada, y mucho menos correr riesgos innecesarios. Encontraré un equilibrio entre el interés propio y el altruismo.
Encuentra personas a tu alrededor para testificar, o pide ayuda para reducir los riesgos causados por el "comportamiento altruista". Al mismo tiempo, esta es una forma beneficiosa para uno mismo, al darse cuenta de "beneficiar a los demás y a uno mismo" y reducir la ambivalencia.
Sin embargo, a pesar de esto, los riesgos persisten. Todavía existe la posibilidad de sufrir algunas pérdidas.
Sin embargo, dado que la elección está sesgada hacia un lado, debemos ser más valientes para soportar las consecuencias de la elección.
La sabiduría no sólo se refleja en tomar decisiones, sino también en soportar los efectos de las decisiones.
Después de elegir, no te arrepientas, no te preocupes por las ganancias y pérdidas. No es necesario que se ponga demasiada presión psicológica y cuestione sus elecciones.
¿Por qué eres egoísta? ¿Es eso demasiado egoísta? ¿Por qué ser altruista? ¿Y si te pasara algo?
Inmersos en estos problemas, nos resulta difícil emitir juicios correctos y experimentar y sentir verdaderamente nuestra maravillosa vida.
Al igual que algunas personas gastan todo su dinero en caridad, nosotros pensamos que son estúpidas, pero lo disfrutan y pueden encontrar satisfacción y paz interior en este comportamiento. ¿Qué hay de malo en esto?
Por ejemplo, algunas personas son muy egoístas y hacen todo desde su propia perspectiva, pero no dañan a los demás. ¿por qué no?
Ya sea interés propio o altruismo, desde el punto de vista individual, el amor es lo que es y no se deja secuestrar por la sociedad.