¿Cuáles son los signos de la arteriosclerosis?
Algunas manifestaciones anormales del cuerpo suelen convertirse en señales importantes para el diagnóstico de determinadas enfermedades. La aterosclerosis no es una excepción. Puede causar cambios anormales en los ojos, oídos y otros órganos humanos, convirtiéndose en una señal especial que recuerda a las personas que deben prestar atención y también puede proporcionar a los médicos una base de diagnóstico.
La aparición de anillos seniles corneales y verrugas amarillas en los párpados. Algunas personas mayores tendrán un anillo blanco grisáceo alrededor de las córneas, que se llama anillos seniles corneales. Según las investigaciones, las sustancias anormales en la circulación sanguínea se depositan fácilmente en el tejido corneal. La formación de anillos seniles es el resultado del depósito excesivo de colesterol, fosfolípidos, triglicéridos y otros lípidos en la sangre en el borde de la córnea. Los datos muestran que la mayoría de los pacientes con arteriosclerosis cerebral pueden desarrollar anillos seniles corneales. Se puede observar que la aparición de anillos seniles corneales significa la existencia de arteriosclerosis. Los anillos seniles generalmente comienzan desde el borde inferior o superior de la córnea, tienen forma de media luna y luego se extienden gradualmente hacia ambos bordes y finalmente se conectan para formar un círculo completo. El ancho de este círculo generalmente no supera los 1,5 mm y hay un círculo transparente entre él y la córnea. El límite es claro, pero cuanto más cerca está del centro de la córnea, más borroso se vuelve. Los anillos típicos de la vejez se pueden ver a simple vista y no es difícil detectarlos mirándose en el espejo. Aunque el anillo senil no afecta la visión, es uno de los signos de arteriosclerosis cerebral. Por lo tanto, las personas con síntomas seniles deben ir al hospital para recibir más exámenes y tratamiento.
Algunas personas tienen manchas amarillas simétricas en la piel del interior de los párpados superiores, que médicamente se denominan verrugas amarillas en los párpados. La causa de su aparición está relacionada principalmente con el aumento de lípidos en sangre, especialmente en pacientes con hipercolesterolemia familiar. Entre ellos, las personas obesas de mediana edad son las más comunes. Los pacientes con verrugas amarillas en los párpados no sienten dolor ni picazón. Al principio, este tipo de verruga amarilla es del tamaño de un grano de arroz, se desarrolla lentamente, es ligeramente más alta que la superficie de la piel y está completamente separada de la piel normal, pero los bordes son irregulares, como pequeños trozos de mantequilla adheridos a la superficie. Cuando esta verruga amarilla alcanza su tamaño más grande, puede ocupar todo el párpado superior y es muy llamativa. A menudo, otros la señalan o la descubre uno mismo accidentalmente al mirarse en el espejo. Una vez que descubra este tipo de verruga amarilla, debe ir al hospital para que lo examinen lo antes posible para que se puedan detectar a tiempo los peligros ocultos dentro del cuerpo.
Reacción del oído interno y aparición de arrugas en el lóbulo de la oreja. Desde el punto de vista anatómico y fisiológico, la arteria que irriga los receptores del oído interno es la arteria terminal. Cuando la isquemia es causada por arteriosclerosis, rápidamente provocará una reacción en el oído interno y provocará los síntomas correspondientes, como tinnitus, sordera o mareos. Actualmente, las investigaciones médicas han confirmado que esta manifestación puede aparecer en las primeras etapas de la arteriosclerosis. Esto se debe a que el oído interno, al igual que el tejido cerebral, no puede tolerar la hipoxia y es más sensible a la hipoxia que el músculo cardíaco. Cuando la arteriosclerosis causa por primera vez el estrechamiento de las arterias terminales en el oído interno, los síntomas en el oído interno se manifiestan antes de que ocurran en el sistema circulatorio. Por lo tanto, además de otros factores (como la sordera inducida por fármacos, etc.), este fenómeno puede considerarse como un signo de arteriosclerosis o de una próxima enfermedad coronaria.
Según investigaciones extranjeras, se confirma que la aparición de pequeñas arrugas en los lóbulos de las orejas está relacionada con arterias anormales. La base es que el lóbulo de la oreja es la única parte carnosa de la oreja. Cuando las arterias se endurecen, la oreja, al igual que otros tejidos, recibe menos flujo sanguíneo, y el lóbulo de la oreja es la parte de la oreja más sensible a este fenómeno de isquemia. Por tanto, la aparición de arrugas en los lóbulos de las orejas es otra señal que recuerda a las personas que deben prestar atención.