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Seis tabúes dietéticos para la enfermedad coronaria

Dieta para la enfermedad coronaria

1. Evite los alimentos grasosos. Para los pacientes con enfermedad coronaria, su dieta diaria debe ser ligera.

Coma más verduras frescas, frutas, hongos negros o productos de soya; también puede comer algo de carne magra y pescado, y trate de comer la menor cantidad posible de alimentos grasosos o ricos en grasas. Si las condiciones de la vida diaria lo permiten, se puede beber más sopa de frijol mungo, sopa de semillas de loto, sopa de lirios o té de crisantemo, té de hojas de loto y otras bebidas.

2. Los fumadores que evitan el tabaco y el alcohol tienen una incidencia 3 veces mayor de enfermedades coronarias que los no fumadores.

El consumo regular de licores fuertes puede provocar enfermedades cardíacas e hiperlipidemia debido a la intoxicación por alcohol. El exceso de etanol también aumentará el consumo de oxígeno del corazón y agravará la enfermedad coronaria. Debe dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol, y comer con precaución alimentos picantes como té fuerte y ají.

3. Evite comer en exceso. Los pacientes con enfermedad coronaria grave deben adoptar el principio de comidas pequeñas y frecuentes.

No comer en exceso, especialmente en la cena. Trate de comer la mayor cantidad posible de alimentos de fácil digestión mientras mantiene una evacuación intestinal suave.

4. Evita las bebidas frías

Asegúrate de evitar las bebidas frías todos los días, porque cuando la temperatura es alta, los vasos sanguíneos están en estado de dilatación. Una vez que comemos bebidas frías, los intestinos de la mayoría de los pacientes se estimularán repentinamente, y luego los vasos sanguíneos de todo el cuerpo se contraerán y la presión arterial aumentará repentinamente, lo que fácilmente puede causar angina de pecho, infarto de miocardio y hemorragia cerebral.

5. Evita comer azúcar

El azúcar se refiere a los carbohidratos y es la principal fuente de energía térmica del cuerpo humano. La ingesta excesiva provocará un exceso de calorías, que se convierten en grasa en el cuerpo, lo que provoca obesidad y niveles elevados de lípidos en sangre. Por lo tanto, la ingesta total de carbohidratos, especialmente la ingesta de azúcar, debe controlarse estrictamente. Los estudios han demostrado que entre los carbohidratos, la fructosa es más alta que la sacarosa y la sacarosa es más alta que el almidón. Por ello, se recomienda consumir más carbohidratos complejos y controlar los azúcares refinados: elegir alimentos ricos en fibra vegetal como almidón, arroz integral y maíz, y consumir menos azúcares simples como sacarosa y fructosa.

6. Evita la deshidratación

Algunas personas de mediana edad y mayores no tienen la costumbre de beber agua con regularidad, sino que esperan hasta tener sed y ganas de beber. De hecho, esto ha resultado en diversos grados de "deshidratación". Las personas mayores deben desarrollar el buen hábito de beber agua con regularidad. La viscosidad de la sangre en las personas mayores (especialmente en pacientes con enfermedad coronaria) aumenta. La deshidratación hace que los niveles en sangre aumenten. Hasta cierto punto, la sangre tenderá a coagularse, provocando isquemia o bloqueo cardiovascular y cerebrovascular y, en casos graves, incluso infarto de miocardio o accidente cerebrovascular. Se recomienda beber un poco de agua hervida media hora antes de acostarse, o después de despertarse en mitad de la noche o al levantarse por la mañana.

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