¿Es mejor comer embutidos o carne de cerdo fresca del mercado?
La carne fresca caliente que se comercializa directamente después del sacrificio, sangrado y procesamiento simple estará contaminada por el polvo del aire, los vehículos de transporte, los operadores y otros aspectos durante los procesos mayoristas, minoristas y de consumo de los usuarios. La superficie de la carne de ganado se pudrirá, formará mucosidad o se deteriorará, provocando graves problemas de seguridad alimentaria.
Todo el proceso de carne refrigerada desde la cuarentena y sacrificio de la materia prima, segmentación ultracongelada, deshuesado, envasado, transporte, almacenamiento y venta se realiza siempre en un estado de cadena de frío que elimina rápidamente el calor corporal, disminuye. la temperatura profunda y se forma en la superficie de la carne. La película seca ralentiza la evaporación del agua dentro de la carne, extendiendo así la vida útil de la carne e impidiendo el crecimiento y la reproducción de microorganismos.
La carne fresca fría tiene un alto valor nutricional.
La carne enfriada sigue las leyes básicas de la bioquímica de la carne. A una temperatura adecuada, la canal completa de forma ordenada los procesos de rigor mortis, descongelación, ablandamiento y maduración. La proteína de los músculos se degrada normalmente y la excreción de ácido suaviza los músculos y mejora significativamente su sensibilidad, lo que favorece la digestión y absorción del cuerpo humano. Y al no estar congelada, no es necesario descongelarla antes de comerla, por lo que no hay pérdida de nutrientes y se superan las deficiencias nutricionales de la carne congelada.
La carne congelada se refiere a la carne de ganado y aves de corral sacrificada que se preenfría por debajo de -18 ℃ y se congela rápidamente para que la temperatura profunda sea inferior a -6 ℃. Aunque la carne congelada tiene menos bacterias y es segura para comer, es necesario descongelarla antes de procesarla, lo que provocará la pérdida de muchos nutrientes. Además, las bajas temperaturas también ralentizan la tasa de oxidación de los lípidos en la carne enfriada, reducen la producción de sustancias olorosas de moléculas pequeñas como aldehídos y cetonas y previenen sus efectos adversos sobre la salud humana.