¿Cuál es el control correcto de la frecuencia cardíaca en pacientes con enfermedad coronaria?
1. Presta atención a la monitorización de la frecuencia cardíaca.
La frecuencia cardíaca se refiere al número de veces que el corazón late en un minuto en estado de calma. La frecuencia cardíaca de una persona normal es de 60 a 100 latidos/minuto. Un poco más bajo, siempre que sea superior a 55 veces/minuto, generalmente es normal. Cuanto más rápido late el corazón y cuanto mayor es la frecuencia cardíaca, más fácil es tener un suministro de sangre insuficiente.
Las personas con enfermedad coronaria lo mejor es controlar su frecuencia cardíaca a 55-60 latidos/min. En pacientes que ya han sufrido un infarto de miocardio, la frecuencia cardíaca debe controlarse a 50-60 latidos/min. Si la frecuencia cardíaca supera los 84 latidos por minuto, aumenta la probabilidad de sufrir problemas cardíacos.
Si la frecuencia cardíaca es inferior a 50 latidos/min, puede provocar daños en el corazón a largo plazo. Controle su frecuencia cardíaca con regularidad. Una vez que su frecuencia cardíaca es demasiado alta o demasiado baja, debe buscar atención médica de inmediato.
Las personas con problemas cardíacos deben medir su frecuencia cardíaca dos veces al día, una vez cada mañana después de levantarse y sentarse durante cinco minutos.
Puedes medirlo en cualquier momento en otro momento, siempre que sea la frecuencia cardíaca en reposo medida. La frecuencia cardíaca en reposo se refiere a la frecuencia cardíaca mientras se está sentado después de descansar tranquilamente durante al menos 5 minutos.
2. Evitar la estimulación vascular.
Para los pacientes con enfermedad coronaria, además de prestar atención a controlar su frecuencia cardíaca, hay muchas cosas en la vida a las que se les debe prestar atención.
Es verano y la temperatura es relativamente alta. Los vasos sanguíneos se dilatarán durante mucho tiempo a altas temperaturas, así que tenga cuidado de evitar beber agua y bebidas frías.
Una vez que bebes agua fría y bebidas frías, los vasos sanguíneos se estimularán y se contraerán, la presión arterial aumentará repentinamente, el corazón será propenso a sufrir cólicos e incluso los vasos sanguíneos del corazón serán propensos a infarto.
Cuando hace calor el cuerpo se deshidrata fácilmente, por lo que es necesario reponer agua a tiempo para evitar la deshidratación. Una vez que el cuerpo está deshidratado, la sangre se volverá más espesa, provocando cierta irritación en el corazón.
Bebe agua puntualmente, no esperes a tener sed. No importa cuánta sed tengas, toma un sorbo de agua y no comas en exceso. La temperatura del agua debe ser la adecuada y no se debe beber agua demasiado fría.
3. Descansa más
Si tu corazón no está bien, necesitas descansar más. No puedes trabajar demasiado ni hacer ejercicio extenuante, pero tampoco puedes sentarte todos los días y nunca hacer ejercicio.
Aunque no es adecuado para ejercicios demasiado intensos, se pueden realizar caminatas, Tai Chi y otros ejercicios ligeros con regularidad. El ejercicio adecuado puede promover el retorno de sangre, aumentar el suministro de sangre al corazón y ayudar a estabilizar la frecuencia cardíaca.
No se puede fumar ni beber. Si tiene el hábito de fumar y beber, debe dejarlo lo antes posible. Las sustancias nocivas del tabaco y el alcohol supondrán una gran carga para el corazón, y fumar y beber durante mucho tiempo aumentará el riesgo de infarto cardiovascular.
4. Hay que controlar la alimentación
También debemos controlar nuestra alimentación. Tenga cuidado de no comer en exceso, no comer en exceso, sino comer siete veces más.
Consuma más verduras, pescado y productos de soja, y menos carnes con alto contenido en grasa como cerdo y cordero. No coma estofados, barbacoas, tocino ni otros alimentos con alto contenido de sal, grasas y calorías. Limite también el consumo de azúcar y evite los alimentos demasiado dulces. Las personas con sobrepeso deberían adelgazar. Perder peso puede aliviar la carga de tu corazón.
Hay muchas cosas a las que los pacientes con enfermedad coronaria deben prestar atención en sus vidas. Si puede desarrollar buenos hábitos de vida y alimentación, mantener un buen humor, no fumar ni beber, hacer ejercicio moderado, controlar su peso y seguir las indicaciones del médico, podrá mantener un corazón sano.
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