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Costumbres de boda Hui

Las creencias y costumbres del pueblo Hui son diferentes a las del pueblo Han. Son particularmente exigentes y persistentes con las bodas. Aunque las bodas se presentan de diversas formas, todas las costumbres esenciales se organizan de acuerdo con las regulaciones de la iglesia Hui. El proceso general consiste en pedir primero a un casamentero que le proponga matrimonio, luego pedir té, que se ocupa de la casa, y luego recoger la dote y casarse con la novia.

Hay dos aspectos de las costumbres nupciales del pueblo Hui que requieren especial atención. No importa cómo cambien las bodas ahora, estas dos costumbres son inevitables.

Lo primero a destacar es la propuesta. Ya sea amor libre o cita a ciegas, el pueblo Hui tiene que encontrar dos o más casamenteros para proponer matrimonio, generalmente uno para el mentor y otro tanto para el hombre como para la mujer. Si el hombre es musulmán, la casamentera debe preparar un regalo de cuatro colores al proponer matrimonio e informar a la mujer de su apellido, situación económica familiar, secta, etc. Además, también puedes dar una breve introducción al hombre, como sus calificaciones académicas, habilidades, personalidad, etc. Si la mujer es de la etnia Hui, el novio también debe proponer matrimonio según esta costumbre. Si la mujer está de acuerdo, el casamentero le responderá al hombre en el acto, y luego el casamentero de la mujer vendrá a ver a la persona y finalmente se encontrará con el hombre y la mujer afuera. Si ella está de acuerdo y la mujer acepta el dinero del hombre, básicamente se considera comprometido.

La segunda costumbre a destacar es la de pedir té. Para pedir té también hay su propio día, que tiene que ser el viernes. Principalmente, la familia del novio prepara té de alta calidad, azúcar moreno, cinco nueces, semillas de sésamo, longan y otros artículos, los envuelve en medio kilo de dote y los sella con papel rojo. Otra opción es preparar 2 o 3 juegos de ropa nueva y alquilarlos juntos en casa de la mujer. La mujer debe preparar un banquete con ganado vacuno, ovejas, azúcar y té, y finalmente darle al hombre un regalo a cambio, indicándole que el matrimonio no cambiará y ella nunca se arrepentirá.