La dieta de las cuatro estaciones debe coincidir con las estaciones.
Primavera
En primavera, la temperatura aumenta, la gente se vuelve más activa, aumentan las actividades al aire libre y el esfuerzo físico suele ser mayor que en invierno. Es recomendable ingerir más alimentos básicos, ricos en vitamina B y fáciles de digerir, como alimentos integrales fermentados, como bollos integrales al vapor, pan integral, etc.
Para los niños, la primavera es la estación más próspera. Con la ayuda de la cálida luz solar, el cuerpo humano produce más vitamina D. Es aconsejable comer más productos lácteos y productos de soja ricos en calcio, que pueden promover el crecimiento óseo.
En esta época, el norte suele estar "fuera de temporada" y hay muy pocos alimentos "de temporada", especialmente vitamina C y verduras y frutas frescas. Por ello, tradicionalmente se anima a comer algunos alimentos "germinados", como brotes de soja, brotes de soja, brotes de trigo sarraceno, brotes de toon, puerros, brotes de ajo, chalotas, etc., para aumentar el aporte de vitamina C.
En la actualidad hay poca diferencia en la variedad de verduras que se suministran en las ciudades a lo largo del año. En primavera se puede prestar atención a comer más verduras de hojas verdes, especialmente aquellas que ayudan a estimular el apetito.
Verano
El verano es todo lo contrario. La sudoración intensa provocará la pérdida de una gran cantidad de proteínas, vitaminas del grupo B, vitamina C y minerales como sodio, potasio, calcio y magnesio.
La gente sabe que debemos beber sopa de frijol mungo cuando hace calor porque los frijoles mungo tienen un efecto refrescante en el cuerpo. En verano, a menudo se come papilla de frijoles hecha de varios frijoles y cereales integrales, y a menudo se bebe leche de soja, que no sólo puede prevenir el golpe de calor, sino también reponer las proteínas, las vitaminas B y varios minerales que se pierden con la sudoración.
En cuanto a los alimentos de origen animal, es recomendable ingerir alimentos con menos grasa, de fácil digestión y sin fiebre después de comer, como yogur, huevos, carne de pato, etc. en verano. Por ejemplo, comer huevos durante el Dragon Boat Festival es una buena tradición.
Hay muchos tipos de verduras y frutas en verano, especialmente melones. Come más para aliviar el calor. Debido a que el suministro de sangre a los órganos internos es relativamente reducido en verano, la secreción de jugo digestivo es insuficiente y la capacidad de digestión es deficiente, por lo que conviene comer alimentos ligeros, cocidos y fáciles de digerir.
Otoño
El otoño es la estación con el clima más agradable y abundantes frutas y verduras. Normalmente, las deficiencias nutricionales son mínimas durante todo el año. En este momento, el clima ya no es bochornoso y la capacidad de digestión aumenta considerablemente. Es recomendable comer más frutas y frutos secos.
Para las personas que pierden peso debido a la falta de apetito en verano, pueden comer algunos alimentos de origen animal en otoño para compensar la pérdida de proteínas en el cuerpo, y también pueden comer algunos frutos secos para aumentar las trazas. Elementos y vitamina E.
Invierno
El invierno es relativamente frío, por lo que puedes comer algunos alimentos que puedan calentar tu cuerpo. Por ejemplo, es bueno comer arroz de ruibarbo (mijo) como alimento básico en invierno, y también es bueno comer Yuanxiao elaborado con arroz glutinoso. Son de naturaleza cálida y pueden calentar el estómago.
En lo que respecta a los alimentos de origen animal, la carne de cordero hervida se come en invierno porque es cálida por naturaleza y todo el cuerpo se sentirá caliente después de comerla.
En lo que respecta a las verduras, comer bolas de masa rellenas de puerros e hinojo, comer ajo Laba, mojar cebollas verdes en salsa y comer estofado de chile con aceite rojo también pueden calentarte. Debido a que las personas tienen una fuerte capacidad de digestión y absorción en invierno, pueden comer más alimentos con alto contenido de grasas y proteínas y sabor fuerte, así como alimentos que son nutritivos pero difíciles de digerir y absorber.
Después del otoño, el tiempo de luz solar se vuelve cada vez más corto, la ropa del cuerpo se vuelve cada vez más gruesa, los rayos ultravioleta disminuyen y la síntesis de vitamina D debajo de la piel será seriamente insuficiente. Al mismo tiempo, el clima frío del invierno también puede provocar fácilmente diversas infecciones del tracto respiratorio superior. Por tanto, ingerir algunos alimentos ricos en vitamina D y vitamina A en invierno, como huevos, leche, pescado graso de mar y frutas y verduras de color naranja y verde oscuro, es de gran ayuda para mejorar la resistencia del tracto respiratorio. Las personas débiles y los niños con colesterol bajo pueden considerar comer hígados y riñones de animales certificados como alimentos orgánicos o verdes.
En el frío norte, a la gente le gusta comer platos como barbacoa y cordero-shabu-shabu que promueven la fiebre otoñal e invernal. En esta época, comer algunas verduras amargas y astringentes puede reducir la sensación de calor y aumentar el aporte de antioxidantes y fibra dietética. De esta forma estarás menos enfermo cuando llegue la primavera.