Hoy un colega insistió en que lo bebiera.
1. Compra una botella de agua de camino al hotel y bebe la mitad de la botella primero. Después de cada trago, puedes utilizar una botella de agua para verter el vino que tienes en la boca (por supuesto, no bebas nada). Si el agua de la botella aumenta notablemente, puedes aprovechar para echar agua para apagar la colilla y pasarla al cenicero.
2. Taza de té. La operación específica es la misma que la anterior. Ps: no te sientas disgustado. Beber demasiado me enferma más.
3. Utiliza las toallas al lado de la vajilla. Después de absorber mucha agua, puedes ponerlo debajo de la mesa y limpiarlo con las manos. Si los movimientos son naturales, no hace falta servir mil tazas. Ps: este método no es adecuado para vino tinto.
4. El vino tinto debe declararse desde el principio su consumo únicamente con hielo y combinados. Es fácil captar la atención de la gente al mezclar bebidas. Personalmente recomiendo cubitos de hielo, y el camarero trabajador necesita hacer más viajes. Debes atreverte a actuar con valentía y añadir más hielo.
Estos son mis trucos habituales, jaja. Si tienes alguna sugerencia, no dudes en compartirla.