Un ensayo de 600 palabras sobre la comida tradicional de las fiestas
Mira el mundo con un corazón puro y vive una vida con gratitud. Sólo cuando te sientas a gusto podrás ser feliz. La verdadera tranquilidad no consiste en lograr los propios deseos, porque el mar de los deseos no tiene límites, sino en ser indiferente. De pie sobre una pared a miles de pies, si no tienes ningún deseo, serás fuerte. Un corazón indiferente no se preocupa por las ganancias ni por las pérdidas, sabe ser tolerante y, naturalmente, consigue la paz. La felicidad no se trata de conseguir todo lo que deseas, sino de disfrutar de todo lo que tienes. Una vida pacífica y feliz debe cambiarse por un corazón pacífico.