¿Cuáles son los tabúes dietéticos para los pacientes con hepatitis B y cómo tratarlos? 1. Lleva una dieta ligera: come más verduras frescas, como verduras, apio, espinacas, pepinos, tomates, etc. Consuma más frutas, como manzanas, peras, plátanos, uvas y naranjas. 2. Los alimentos deben ser ricos en proteínas de alta calidad: La proteína es uno de los nutrientes más importantes para el mantenimiento de las actividades vitales humanas. Una vez que los pacientes con hepatitis B mejoran, deben aumentar gradualmente su ingesta de proteínas y elegir proteínas de alta calidad y alimentos con alto valor nutricional para facilitar la regeneración y reparación de las células del hígado. Estos alimentos incluyen leche, huevos, pescado, carnes magras y productos de soja. En términos generales, es apropiado que los adultos consuman entre 1 y 1,5 g/kg de peso corporal en proteínas todos los días. 3. Complementar con oligoelementos: los pacientes con hepatitis B a menudo carecen de zinc, manganeso, selenio y otros oligoelementos, y algunos pacientes también carecen de calcio, fósforo, hierro y otros minerales. Por ello, es aconsejable complementar alimentos que contengan oligoelementos y minerales, como algas, ostras, setas, sésamo, azufaifa, baya de goji, etc. Los pacientes con hepatitis no deben comer más alimentos enlatados, fritos y fritos, fideos instantáneos y salchichas. Los conservantes y colorantes alimentarios de los alimentos enlatados aumentan la carga sobre las funciones metabólicas y de desintoxicación del hígado. Freír y freír son alimentos ricos en grasas que son difíciles de digerir y absorber y que pueden provocar fácilmente una mala absorción de grasas. El aceite de cocina que se fríe repetidamente contendrá carcinógenos, lo que no favorece la prevención de que la hepatitis se convierta en cáncer de hígado. El glutamato monosódico es un condimento. Los pacientes con enfermedad hepática pueden experimentar dolores de cabeza temporales, palpitaciones, náuseas y otros síntomas si toman una gran cantidad de una vez o sufren una sobredosis frecuente. No es recomendable comer demasiados dulces. El azúcar se fermenta fácilmente, agrava las flatulencias, se convierte fácilmente en grasa, acelera el almacenamiento de grasa en el hígado y favorece la aparición de hígado graso. Come menos semillas de girasol. Las semillas de girasol contienen ácidos grasos insaturados. Comer demasiado consumirá una gran cantidad de colina en el cuerpo, lo que facilitará la acumulación de grasa en el hígado y afectará la función de las células hepáticas. Los huevos en conserva contienen una cierta cantidad de plomo, que puede reemplazar el calcio en el cuerpo humano. El consumo regular de huevos en conserva puede provocar deficiencia de calcio y osteoporosis. El contenido de sal en varios alimentos encurtidos es demasiado alto, lo que puede afectar fácilmente el metabolismo del agua y el sodio en pacientes con enfermedad hepática, pero debería estar contraindicado en pacientes con cirrosis hepática. El té contiene cafeína, teofilina, ácido tánico, ácido tánico, proteínas, vitaminas y oligoelementos, que tienen el efecto de eliminar el calor, reducir el fuego, digerir y promover la humedad. Beber té para pacientes con hepatitis B es beneficioso para la salud física y mental, pero deben prestar atención a la cantidad adecuada en el momento adecuado y dejar de beber té 1 hora antes de las comidas para evitar diluir el ácido gástrico. No beba té antes de acostarse o con el estómago vacío; el té no debe ser demasiado fuerte; la cantidad total de té en un día no debe exceder los 1000-1500 ml; los niños pequeños no deben beber té mientras lo toman; Los suplementos y tónicos, y el té no deben utilizarse como sustitutos de los medicamentos. Es bueno que los pacientes con hepatitis B coman frutas adecuadamente todos los días, pero deben prestar atención a las siguientes cuestiones: 1. Cantidad moderada: comer demasiado aumentará la carga sobre el tracto gastrointestinal, afectará la digestión y la absorción e incluso provocará enfermedades. 2. Sea fresco: las frutas frescas contienen mucha vitamina C, que puede aumentar la nutrición y proteger el hígado. Las frutas podridas producirán sustancias nocivas y aumentarán la carga sobre el hígado. 3. Elección: Generalmente, los pacientes con hepatitis B pueden elegir manzanas, naranjas, uvas, peras, cocos, etc. Las personas con deficiencia de bazo y estómago y diarrea deben comer longan, lichi, espino y azufaifa, pero no deben comer caquis, plátanos, caña de azúcar, pomelos y moras; aquellos con cirrosis hepática y ascitis que necesitan diuresis deben comer naranjas, ciruelas, ciruelas, cocos, etc. Las personas con estancamiento del qi del hígado deberían comer kumquats y pasteles de naranja. 4. Lavado: Debido a que a menudo quedan pesticidas y catalizadores residuales en la piel de la fruta, se debe lavar antes de comer, lo mejor es pelar la fruta y hervirla en agua en invierno. La leche tiene un alto valor nutricional. La leche fresca es rica en proteínas, calcio, magnesio y vitaminas B1, B2 y C. Los expertos en nutrición recomiendan que los pacientes con enfermedades hepáticas beban 2 tazas de leche al día, que pueden complementar 1/10 de las proteínas y vitamina B2 que necesitan diariamente. Vitamina A 1/8 Los pacientes con hepatitis B deben prestar atención a lo siguiente cuando toman leche: 1. Los pacientes con hepatitis B aguda y crónica que presentan náuseas, vómitos, untuosidad y distensión abdominal no deben beber leche. Es mejor beber durante el período de alivio y recuperación de los síntomas gastrointestinales. Las personas con cirrosis hepática acompañada de coma hepático o con tendencia al coma hepático no deben beber leche, de lo contrario se inducirá el coma hepático. 2. No apto para beber en grandes cantidades o a grandes tragos: la leche contiene un 5% de lactosa. Cuando no hay suficiente lactasa en el cuerpo, beber demasiada leche demasiado rápido hará que la lactosa no se pueda digerir ni absorber, lo que provocará fácilmente hinchazón y diarrea. Por lo tanto, cuando beba leche, primero debe tomar un sorbo y esperar a que la saliva y la leche se mezclen uniformemente antes de tragarla. No es aconsejable añadir azúcar a la bebida: porque los productos de descomposición de la sacarosa en el tracto gastrointestinal neutralizarán el calcio de la leche, lo que no favorece la absorción de calcio, pero favorecerá la fermentación bacteriana y la producción de gases, provocando distensión abdominal. . 3. No es recomendable beber leche con el estómago vacío: si bebe leche con el estómago vacío, la proteína de la leche solo puede reemplazar los carbohidratos y convertirse en calorías para el consumo, y no puede desempeñar el papel de la proteína en la construcción. tejidos nuevos y reparación de tejidos viejos.
4. Los pacientes ancianos con hepatitis B no deben beber leche con frecuencia: debido a que la lactosa de la leche se descompone en galactosa bajo la acción de la lactasa, se puede depositar demasiada galactosa en el cristalino del ojo, provocando cataratas.