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Composición 300 palabras sobre la belleza del huerto

El ensayo de 300 palabras sobre la belleza del huerto es el siguiente:

Capítulo 1: El huerto en otoño

El otoño ha llegado al. montañas, ha llegado el otoño a la llanura, ha llegado el otoño a la huerta. El huerto es tan hermoso en otoño. Un día el cielo estaba despejado y la brisa otoñal era refrescante. Aproveché el buen tiempo y fui al huerto a disfrutarlo. Tan pronto como llegué al huerto, olí una fragancia refrescante. Miré hacia arriba y vi racimos de uvas de color rojo púrpura colgando de las ramas. La brisa los hizo bailar a todos. Cogí una y me la metí en la boca.

El manzano grueso estaba cubierto de manzanas grandes y rojas, redondas y rojas, como las caras sonrientes de los niños. No pude evitar coger una y darle un mordisco, ¡fragante y dulce! Mira, los dátiles aquí son como perlitas cristalinas, ¡qué lindos! Las peras grandes de allí están por todas partes de las ramas, como jacintos de agua dorados. Las naranjas de color amarillo pálido también mostraban una linda sonrisa, como pequeñas linternas a la luz de la noche.

Tantas frutas dulces y de colores brillantes hacen que la gente saliva. La noche en el huerto en otoño también es hermosa. Es simplemente indescriptible. En lugar de hacer ruido, los grillos parecen cantar y la hierba se ha dormido. Sí, el otoño es realmente una estación en la que la cosecha está madura y la cosecha está a la vista. Espero que el tiempo pueda detenerse para celebrar el otoño y conservar el hermoso otoño dorado. Amo el otoño, amo los huertos de otoño.

Parte 2: Huerto en otoño

Hice un dibujo de un huerto en otoño ¡El huerto en otoño es tan hermoso!

¡Vine al huerto en otoño! Cuando llegué aquí, parecía haber entrado en un mundo de cuento de hadas. Me gusta mucho este lugar. ¡El huerto es tan hermoso! Los alrededores son verdes y llenos de vitalidad. Visto desde la distancia, parece un gran paraguas verde redondo. Al entrar en el huerto, puñados de plátanos amarillos cuelgan de las ramas como una luna creciente.

Los melocotones rojos se balanceaban en las ramas, como si me saludaran. Las naranjas amarillas asienten con frecuencia en el colorido huerto, como pequeñas muñecas. Aunque sean grandes o pequeñas, todas son adorables. A las naranjas grandes y redondas les gusta decirle a la gente: ¡Estamos maduros, ven a probarlas! Al mirar las frutas maduras una por una, me pareció ver gente ocupada recogiendo frutas y me pareció escuchar la risa feliz de los niños.

Me gusta mucho este lugar y los huertos en otoño. No es un jardín de fama mundial, pero tiene un follaje exuberante y abundantes frutos. Todo el huerto presenta un escenario de abundante cosecha. ¡Qué hermoso lugar! Me encanta aquí y los huertos en otoño.