¿Qué es la dieta cetogénica?
En esta dieta, consumirás altas cantidades de grasas, niveles moderados de proteínas y niveles bajos de carbohidratos.
¿Por qué mantener este equilibrio?
Tu cuerpo utiliza carbohidratos para producir glucosa, que es la principal fuente de energía para la mayoría de las células del cuerpo, incluidas las del cerebro y el sistema nervioso central. Cada vez que comes carbohidratos, estos se descomponen en glucosa. Su cuerpo almacena glucosa de dos maneras: como glucógeno en el hígado y el tejido muscular o como exceso de grasa en las células grasas.
Cuando haces ejercicio o llevas varias horas sin comer, tu cuerpo necesita un extra de energía. Destruirá sus reservas de glucógeno, provocando que explotes rápidamente. Cuando se agota el glucógeno y no se reponen estas reservas, el cuerpo recurre a las proteínas y grasas almacenadas para obtener energía.
¿El único problema? Su cerebro no puede utilizar estas células. ¡Ahí es donde entran las cetonas!
Qué hacen las cetonas
Las cetonas son pequeñas moléculas de combustible que sirven como fuente de energía alternativa del cuerpo cuando los niveles de glucosa son bajos. Estas células proporcionan energía para todo el cuerpo, incluido uno de los órganos más hambrientos: el cerebro.
Cuando tu cuerpo comienza a producir cetonas, entras en un estado metabólico llamado cetosis. ¿Cómo llegaste allí?
Dado que tanto los carbohidratos como las proteínas se pueden convertir en azúcar en sangre, tu valor de cetonas es más alto cuando solo consumes pequeñas cantidades de carbohidratos y cantidades moderadas de proteínas, centrándote en el consumo de grasas. Cuando cambia su suministro de combustible a grasa, ¡la quemará las 24 horas del día, los 7 días de la semana! De esta manera, podrás acceder fácilmente a esas molestas reservas de grasa que llevas años intentando eliminar.
Además de la pérdida de peso, también notarás un aumento en la concentración cuando las cetonas ayudan a estimular tu cerebro. El hambre también disminuirá y tus niveles de energía se estabilizarán, manteniéndote alerta.
Transición a la dieta cetogénica
Como era de esperar, comenzar con la dieta cetogénica no ocurre de la noche a la mañana. Después de todo, se trata de un cambio dietético importante que requiere un enfoque estratégico paso a paso a medida que el cuerpo se adapta a su nueva normalidad.
En primer lugar, reducir la ingesta de carbohidratos. Con el plan de dieta cetogénica, debes limitar tu ingesta neta de carbohidratos (carbohidratos digeribles) a 50 gramos por día. Querrás comer 20 gramos o menos. La insulina se utiliza para producir ciertas hormonas. Por lo tanto, las mujeres deben reducir su ingesta de carbohidratos muy lentamente durante 2-3 meses para evitar problemas hormonales.
En primer lugar, puede que te resulte más fácil contar los carbohidratos de cada alimento comestible. Si bien este es un enfoque, puede llevar mucho tiempo y ser laborioso. Por eso es importante encontrar una lista de alimentos y recetas que sean útiles para comer ceto. Una vez que hayas hecho estas cosas, podrás seguir con la dieta cetogénica sin preocuparte por cada comida.